Soldados De La Historias De España

Regencia de Fernando el Católico (1504-7516)

(Alabardero de la guardia de Fernando el Católico, 1504)

  • Uniforme

    Este alabardero lleva una vestidura singular o uniforme, ya que todos iban vestidos así para su mejor reconocimientos y para gozar de gran representatividad, pues sus ropas no son otras que el guión -o bandera- de Castilla. Esta bandera, que en realidad era de un color carmesí un poco oxidado que acabo decayendo en el morado que conocemos, presta su color básico al sombrero ,al jubón, por debajo del cual asoma una camisola blanca, y a las calzas. El vistoso sombrero del alabardero, aparte del galón de oro de su borde distintivo de su categoría, lleva un plumero rojo, color representativo de la nacionalidad española, hasta que en 1871 se adopto la escarapela roja y gualda que repetir los colores de las banderas naval y nacional.


    Por encima lleva un sayo contracuartelado de gules y plata -o rojo y blanco- con filetes inversos hacia los bordes, y sobre el pecho y la espalda están bordadas las armas parlantes de Castilla y Leon: el castillo de oro aclarado en azur y el leon rampante púrpura.


    El conjunto se completa con los recios guantes con manoplas, para mejor sostén del arma, los negros botines de piel flexible y el cinturón con tahalí para el puñal y la segunda correa para sostener la espada.

  • Armamento (Alabarda)

    Los alabardero disponen de tus armas blancas ofensivas de mayor a menor envergadura y peso, para diferentes y distintas en la facilidad de manejo: la alabarda, la espada y el puñal.


    La alabarda arma de punta y corte, consta de un asta de madera, normalmente de madera de haya, que mide algo menos de 2 m de largo.

Regencia de Carlos I (1516-1556)
(Arcabucero, 1516)
  • Uniforme

    Los arcabuceros iban vestidos de la forma mas ligera posible y normalmente solo llevaban armas cortas cortas para su defensa inmediata, aunque en América precisaron armarse de espadas y de dagas ante lo inesperado de los encuentros con el enemigo, la incomodidad de su empleo y lo limitado de sus efectos hicieron que fueran abandonados de las espadas.


    Contra este tipo de armas, los indios, que desconocían el trabajo del hierro, solo podían oponer unas armas fabricadas en madera, y con las hojas de cobre, oro o piedras afiladas como la obsidiana, que, no obstante podían ser muy efectivas, y capaces de sesionar brazos o cortar profundamente. Como protección contra estas armas, los conquistadores vestían al principio las piezas de armaduras mas usuales en Europa. Al igual que en el viejo mundo, donde el desarrollo de las armas hozo que las armaduras fueran simplificándose, el tipo de armas empleadas por los indigenas, fue mostrado innecesario el uso de armaduras metálicas. Estas fueron aligerándose, quedando reducidas a un peto y espaldar, o la gola para el cuello. Él la cabeza siguieron utilizando alguno de los diversos tipos de morriones metálicos y, en menor medida, las celadas o yelmos cerrados. Poco a poco,lo incomodo de su empleo en climas húmedos y calurosos, y lo elevado de su coste, que era casi prohibitivo para el soldado común, hozo que suelen sustituidas por prendas fabricadas con cuero, por las mas ligeras cotas de malla y también por piezas guateadas a la manera azteca. Los comandantes y jefes siguieron utilizando, dio obstante, piezas de armaduras ricamente damasquinadas, que normalmente cubrían medio cuerpo, como símbolo de su autoridad.


    Como escudos se llevaban las clásicas rodelas metálicas o adargas de cuero.


    Como enseñas de la autoridad real se llevaban banderas o estandartes con las armas y escudos reales, ademas de otras con los escudos y motivos heráldicos de los comandantes de la expedición.


    En cualquier caso, el aspecto de los conquistadores cuando vestían sus armaduras, barnizadas para eliminar la oxidación, y cubiertos con los cascos, era impresionante para los indios, como queda descrito en alguno de sus códices: “Llegan atronando, vestidos en hierro que brillan todas direcciones… llevan miedo a todos los corazones, son terroríficos y horrendo..”

  • Armamento

    Las armas de fuego ligeras mas empleadas fueron los arcabuces, que eran servidos por soldados especializados en la complicada técnica de fabricar la pólvora, dosificar la cantidad precisa para el disparo, confeccionar las balas de plomo ajustadas al calibre del cañón y ser capaces de apuntar y hacer fuego e el momento preciso. Ademas debían ser capaces de conservar todo el material y los accesorios de dar continuidad al disparo, como las mechas, los frascos de pólvora, y de plomo. Y todo ello contra un enemigo esquivo, ágil y rápido, y en condiciones climatológicas extremas, largas marchas por terreno quebrado o con vegetación exuberante. Por todo ello, su eficacia fue mínima, aunque el estruendo que producían y sus efectos aterrorizaban a los indios en las primeras fases de la campaña. 

Reinado de Felipe III (1598-1621)
(Capitan de infanteria, tercio de Flandes,1621)
  • Uniforme

    Hasta finales del siglo XVII no puede hablarse de la existencia de uniformes militares en sentido estricto, pero si se hacia uso de unas prendas características del soldado. Cada nación solía utilizar unos colores característicos en banderas, plumas, fajas y otros adornos. Las tropas españolas en el campo de batalla se distinguían por utilizar el color rojo. El vestuario del soldado de la época se componía generalmente de una camisa, un jubón, es decir, una sobrecamas de paño fuerte, y unos calzones anchos, llamados gregüescos, que se anudaban es su parte inferior. Ademas se empleaban medias de estambre encarnado y zapatos de cordobán o piel de vaca sin teñir.


    Para protegerse de los sablazos enemigos, se llevaba encima un coleto de ante, es decir, una especie de chaleco grande sin mangas y con amplios faldones. Típico de este periodo era la utilización, tanto por los soldados como por los oficiales, de un sombrero de ala ancha llamado chambergo, puesto de moda por el mariscal Schomberg, que se adornaba con plumas encarnadas.


    Los soldados especializados recibían otras prendas de equipo; los coseletes debían llevar como protección una coraza completa con guardabrazos y escarcelas -placas de protección de los muslos- y el morrión -típico casco metálico español- aunque la mayoría llevaba solo parte de ellas, pues entorpecían mucho los movimientos. También eran muy característicos de la época la perilla, el bigote con sus estrenos alzados y el pelo con melena por lo hombros. Los oficiales se distinguían de la tropa no por el uso de divisas, sino por la mayor riqueza y fantasía de suspendas, que los hacían rápidamente reconocibles: Camisas con puntillas y bordados de Flandes, grandes plumeros en el sombrero, talabarteros y tahalis -cinturones y bandoleras- de lujo, guantes largos de piel y grandes botas. También era muy habitual que llevaran una gran faja o banda de seda, normalmente de color encarnado, enrollada en la cintura, o en bandolera. El armamento distintivo de su autoridad era la lanza corta llamada “jineta”

  • Armamento

    Las armas básicas de los capitanes de los tercios eran la espada y la daga. 


    Las espadas de los siglos XVI y XVII estaban provistas de una protección en la base de la empuñadura, llamada “Cazoleta” por su forma. Ademas contaban con unas piezas llamada “gavilanes”, que salían de la base de la empuñadura y la rodeaban; servían para proteger la mano. Con el tiempo el conjunto formado por la empuñadura y la cazoleta fue adoptando formas caprichosas y dio lugar a diferentes modelos. Como complemento a la espada y apara asegurar el golpe decisivo un cuerpo a cuerpo o en un duelo, se utilizaba una daga o puñal.


    El puñal que solía llevarse en una funda escondida entre la ropa. En la parte superior de la hoja de estas armas blancas se grababa la marca del armero fabricante.


    Heredero de las legiones romanas, el Tercio de Flandes llego a contar con unos efectivos de 6.200 hombres de plaza repartidos s razón de unos 250 hombres por plaza, entre las que se encontraban las ciudades de Amberes, Bruselas, Gante, Brujas, Maastricht o Utrecht.

  • Comunicaciones

    Uno de los aspectos más interesantes de los tercios era el modo de efectuar las comunicaciones internas aprovechando las señales acuáticas emitidas por los tambores, que constituían un verdadero código llamado “toques de ordenanza”. Estos tambores también actuaron de enlaces y agentes de información. 

Reinado de Felipe IV (1621-1665)
(Coracero, 1632)
  • Uniforme

    En esta época y aun siendo consecuencia de especificaciones y contratas, la ropa militar no tenia el carácter unificador que alcanzo a finales del siglo XVII.


    Debajo de la coraza, el coracero bestia un jubón amarillo, con cintas y vivos rojos, que s caracterizaba por que sus mangas no estaban cerradas como en la actualidad, sino abiertas de arriba abajo de las costuras interiores y se cerraba con botones y ojales. Dado que una vez ajustada la coraza ya no era posible aliviarse el calor quitándose el jubón completo, este tipo de confección permitía desabrochar las mangas y quedarse, de alguna forma, en “mangas de camisa”.


    Los calzones anchos -o gregüescos- también eran de paño amarillo y, para facilitar los movimientos, tenían acuchillados que dejaban ver el fondo de la sarga roja que resultaba muy vistoso al andar. El equipo también incluía fuertes guantes con manoplas y solidas y flexibles botas altas enterizas de piel de vaca, que se contemplan con sendas espuelas de acero. En cuanto a la ropa interior, gastaban una camisa de tela cruda o blanca con cuello de encaje mas o menos rico, que asomaba entre el peto y el espaldar, y cuyas mangas se veían entre las mangas perdidas del jubón y el calzón interior. Como prenda de abrigo llevaban un camotillo de paño de color pardo y mangas también abiertas. Como descanso del casco tenían un sombrero.

  • Armamento

    Su principal arma ofensiva era una recia espada de taza amplia para la defensa de la mano derecha y de gavilanes rectos para parar las hojas enemigas; la hoja era recta y con dos filos corridos a lo largara para no perder ocasión de herir la punta, envés o revés; la vaina era de cuero con embocadura y contera metálicas.


    Las dos pistolas, colocadas sobre la silla, se cargaban antes de montar a caballo, ya que era difícil hacerlo cuando el caballo se movía. Se dosificaba la pólvora, se introducía la bala y se la atacaba; se colocaba la piedra en las quijadas del pie de gato y ya solo restaba cebarla y hacer fuego. Como no había posibilidad de limpiar el arma y recargarla, una vez efectuado el disparo se guardaba ese arma y se tomaba la otra; podían, por tanto, hacer fuego dos veces.


    El arma defensiva más importante era el casco ojivas con cresta y ala, ya que resguardaba la cabeza. Verdadero hallazgo de la técnica de la Edad Media, con la continua praxis y el auge del arco de ojiva en la arquitectura, se llegó asta ese arma característicamente española durante siglos. En la parte superior, la cresta desvía el golpe enemigo a la izquierda o a la derecha, y la forma del propio arco descompone su fuerza y hacer resbalar el arma enemiga hasta las aletas que, con otro ángulo, la separan de la cabeza librando las orejas o la nariz y, finalmente, la hace incidir, ya con menos fuerza, en la union del peto y el espaldar.


    Algunos aspectos de este casco son pocos conocidos; el mas importante es que dentro llevaba una red de tiras de cuerpo para apoyo regular sobre el craneo o un acolchado de telas y algodones, cuya finalidad era mantener separada de la cabeza la superficie metálica, que quemaba bajo el calor del sol. También requería un barboquejo para contribuir a su sujeción y para no perderlo al ir a caballo.


    El casco también tenia un cucurucho de metalada sujetar un plumero, normalmente rojo, que servia como pregón de la nacionalidad española, o como divisa de su categoría militar, y que proyectaba algo de sombra y contribuía a estorbar los golpes enemigos.


    La gola, pieza metálica en forma de media luna protegía la parte inferior de la garganta. El peto y el espaldar eran dos piezas metálicas de acero bruñido que cubrían el pecho y la espalda hasta la cintura; ambas se aseguraban con correillas y hebillas, unas diez, dos en cada hombro y tres en cada costado. Para evitar los roces del metal en los brazos, se utilizaba un forro de tela denominado “corbata”

Reinado de Carlos II (1665-1700)
(Abanderado del Tercio Provincial de Sevilla, 1700)
  • Uniforme

    Hasta 1660 los mosqueteros franceses utilizaron espadas y pistolas de arzón, así como mosquetes de mecha, arma que se les otorgó su denominación como cuerpo. Las espadas habían evolucionado poco en cincuenta años y todavía estaban provistas de gavilanes y cazoleta. Las hojas eran algo más ligeras. A finales de siglo, los mosqueteros franceses sustituyeron su arma característica por carabinas con llave de chispa. La compañía española debido de salir de Francia a finales de 1701 con armas francesas modelo de 1697. como accesorio para la carabina llevaban un frasco para cebar con pólvora el arma, así como una pequeña cartuchera para las balas de plomo.

  • Armamento

    En este reinado se introdujeron las armas de fuego por chispa, o de rastrillo, en lugar de por mecha de cuerda que comenzaron a dejar de ser arcabuces y mosqueteros para convertirse en fusiles, o escopetas largas, con una bayoneta de un pie de larga (278 milímetros), cuyo mango se introducía por la boca de fuego , de donde había que quitarlo para disparar; cuando no era el momento oportuno, se sujetaba al cinto en lugar de la espalda.


    A estos soldados comenzó a llamárseles fusilaros para diferenciarlos de los granaderos. No obstante, ambos llevaban sarta de doce tiros, “los doce apóstoles” frascos de pólvora, polvorines para cebar, bolsas, horquillas y mechas. Los piqueros se armaban con picas largas y espadas de taza con gavilanes colgadas de un talabarte.


    Había una compañía de granaderos por tercio que estaba armada con fusiles con bayoneta, arma de menor peso y mas manejable que los mosquetes y arcabuces, los cuales se colgaban a la espalda para el lanzamiento de las nuevas granadas explosivas de dotación que se llevaban en una gran bolsa terciada.

Reinado de Felipe V (1701-1746)
(Mosquetero de la Guardia del Rey, 1702-1704)
  • Uniforme

    Los mosqueteros de la Guardia habían sido creados en Francia por Luis XIII, pero fueron disueltos en 1646. Reorganizados entre 1657 y 1665 durante el reinado de Luis XIV, se formaron en dos compañías de caballería conocidas como “la primera o gris”, y “la segunda o negra”, por el color de sus monturas. cada compañía contaba con unos 250 hombres armados de mosquetes, espadas y pistolas. Participaron en numerosas acciones de guerra. El capitán de la primera compañía de 1667 fue un tal D´Artañan. Mario en el sitio de Maastricht en 1673, durante la guerra en el Flandes español, aunque vive para siempre en la leyenda gracias al genial Alejandro Dumas.


    Como prenda características vestían la famosa sobrevesta azul cielo, con la que se les ha representado tantas veces.


    La uniformidad de la compañía de Felipe V era igual a la primera compañía de los de Luis XIV. Consistía en una larga casaca de faldones cerrados de color encarnado, provista de mangas terminadas en grandes bocamangas del mismo color. Toda ella estaba galoneada en oro -en plata y oro la segunda compañía-, al igual que las carteras de bolsillo y bocamangas. Los botones eran de metal dorado. en la cabeza llevaban un sombrero negro de tres picos galoneado de oro y adornado con plumas blancas, sobre calzón encarnado calzaban altas botas de cuero, cuya parte superior se volvía para comodidad al echar pie a tierra.


    La prenda más características de los mosqueteros era la larga sobrevesta sin mangas de color azul claro y galoneada de en plata. Cubría prácticamente toda la casaca y se llevaba ajustada con el ceñidor para la espada, denominado biricú. Este también llevaba galón dorado. Sobre el pecho y la espalda se hallaban bordados sedan cruces blancas galoneadas en plata. La primera compañía tenían tres llamas rojas en cada ángulo de la cruz, y la segunda cinco llamas doradas. Según documentos de la época, la compañía de mosqueteros de Felipe V pudo llevar el aspa de Borgoña en ligar de la cruz blanca de los franceses sobre el pecho y la espalda de la sobrevesta, quizás en algún momento de su existencia, Bajo la sobrevesta llevaban largas casacas de anchas mangas.

  • Armamento

    Hasta 1660 los mosqueteros franceses utilizaron espadas y pistolas de arzón, así como mosquetes de mecha, arma que se les otorgó su denominación como cuerpo. Las espadas habían evolucionado poco en cincuenta años y todavía estaban provistas de gavilanes y cazoleta. Las hojas eran algo más ligeras. A finales de siglo, los mosqueteros franceses sustituyeron su arma característica por carabinas con llave de chispa. La compañía española debido de salir de Francia a finales de 1701 con armas francesas modelo de 1697. como accesorio para la carabina llevaban un frasco para cebar con pólvora el arma, así como una pequeña cartuchera para las balas de plomo.

Reinado de Felipe V (1701-1746)
(Soldado del Real Cuerpo de Galeras 1738)
  • Uniforme

    El reglamento de 12 de junio de 1728 disponía que el uniforme del Batallón de Infantería de Galeras debía estar compuesto por: casaca, chupa y calzón colorado, vueltas de los puños de la casaca y medias azules, y botones dorados. Posteriormente cambiaron los colores del uniforme: la parte colorada paso a ser azul y lo azul, colorado.


    Respecto al vestuario de la Brigada de Artillería este mismo reglamento estableció lo siguiente: Casaca, Chupa y calzón azul, vueltas de los puños de la casaca coloradas, botones de color de plata.


    Don Juan Jose Navarro de Viana y Buffalo, Marqués de la Victoria y Capitan General de la Armada, incorporo a las laminas de su Diccionario demostrativo con la configuración o anatomía de toda la arquitectura naval moderna, escrito entre 1719 y 1756, una relación de las armas y equipo de los soldados de marina y otros efectos que se llevaban a bordo para el combate defensivo u ofensivo, tan frecuentes contra los novios británicos, holandeses o piratas, tanto en Europa como en America: bolas con agujas, polvorín y frasco; cinturón con su bayoneta; cartuchera; frasco de pólvora con su cordón; cartuchos de fusil y pistola;Piedra de fusiles y pistolas; hacha de abordar; hacha de soldado de marina o granadero; vaina; bayoneta con su vaina; pistola con cordón; trabuco; Fusil con su correa; fusil armado con bayoneta; mosquete con horquilla; horquilla de hierro movible; pernere; guadaña de defensa, excelente para los abordos; chuzo; partesana con regatón; espolón con regatón; media pica; alabada; espada; vaina con puntera; sable con su cordón; alfanje; arca de armas; tablón lleno de clavos, con las puntas hacia arriba, para poner sobre las cubiertas al tiempo de dar el abordo usado por los suecos; pedrero de bronce para armar la lancha; pedrero de hierro puesto en su horquilla para armar la lancha y mortero del pedrero.

  • Armamento

    El reglamento del 12 de junio de 1728 estableció como tenían que ser la bandera: “Las banderas que deberán tener este batallón para cuando marche o haga servicio de tierra, deberán ser la del capitán comandante o sargento mayor, blanca con las armas del Rey, y a las cuatro esquinas cuatro ferros (un tipo de ancla); y las demás con la cruz de Borgoña, y las cuatro esquinas de ferros.


    En 1732 se dispuso que cada departamento marítimo usase una bandera distintiva. Así, el del Ferrol recibió una bandera blanca con cruz roja y cuatro anclas en los extremos, aunque en algunos dibujos se aprecian las anclas en los cuatro blancos.


    El departamento marítimo de Cadiz tuvo una v¡bandera blanca con las armas reales reducidas a dos castillos y dos leones y el escusón de Borbón, pero sin granada y con corona real y toisón.


    Finalmente el departamento marítimo de America recibió la misma bandera pero con las anclas de color plata.

Reinado De Felipe V (1701-1746) 
(Granadero del batallón comercial de Mexico (1740-1760)
  • Uniforme

    Algunas de estas unidades de milicias urbanas vestían lujosos uniformes costeados por su componentes, mientras que las formadas en localidades pequeñas o por ciudadanos mas humildes vestían trajes sencillos, La pertenencia a algunos de estos cuerpos lujosos era su autentico símbolo del estatus social elevado de sus miembros, y en ocasiones la brillantez de los uniformes era inversamente proporcional a la eficacia militar de la unidad.


    Uno de los uniformes mas brillantes era el del Regimiento de Comercio de Mexico, formado en 1693 en la capital de Virreinato de Nueva España. En un estado de fuerza remitida al rey en 1766 por el visitador -o inspector enviado a America para informar sobre el estado de las tropas de aquellos territorios- se informa de que se componía de plana mayor ( 1 coronel, 1 teniente coronel, 2 ayudantes mayores), y 10 compañías (cada una formada por 1 capitán, 1 teniente, 2 subtenientes, 2 sargentos, 4 cabos, 100 soldados y un tambor).


    En 1792, el subinspector de milicias paso revista a todas lasa unidades. Así conocemos que en aquella ocasión el regimiento estaba formado por un total de 608 hombres, encuadrados en dos batallones, con una compañía de granaderos y nueve de fusilaros cada una. Los granaderos que vestían el uniforme más lujoso, eran propietarios y comerciantes, pero las compañías de fusilaros estaban constituidas mayoritariamente por soldados de alquiler pagados para sustituir a los verdaderos milicianos. El uniforme calificaba a esta formación como “farsa ridícula” proponiendo al virrey Revillagigedi la reducción de la unidad a la mitad. La presión de las instituciones locales hizo que no se llevara adelante la medida, y finalmente se modifico su organización ya que los dos batallones redujeron a una compañía de granaderos y cuatro de fusilaros cada uno y con una fuerza total de 686 hombres.


    La uniformidad de los fusileros era la típica del periodo. Se componía de una casaca sin solapas ni cuello, de color grana co bocamangas de azul turquí, y que a partir de 1760 llevó vueltas blancas prevista de “Tontillo” o armazón interior. Todos los botones eran dorados. La chupa era también de color azul turquí, el calzón rojo y las polainas altas de tela blanca, sujetas con una jarretera de color negro. El calzado era zapatos negros con hebilla. Como prenda de cabeza, se usaba se usaba un sombreo de tres picos de fieltro negro, provisto de una banda dorada en su filo superior y escarapela roja. El pelo se llevaba empolvado y con un bucle a cada lado.


    Los granaderos vestían idéntico uniforme, salvo en el característico gorro de pelo negro, que iba provisto de una manga en color azul con vivos dorados. Las bocamangas llevaban varios botones y ojales con hilo de oro.


    Los oficiales de granaderos y fusileros llevaban un galón dorado bordeando la la casaca y la chupa. Por lo demás, el uniforme era idéntico pues cómo decía una descripción fechada en 1768 “en lo rico del vestido compite el último soldado con su coronel”.

  • Armamento

    Los fusileros usaban viricú o ceñidor con una cartuchera ventral, mientras que los granaderos llevaban ademas, una bandolera de la que colgaba la clásica bolsa granadera. Del ceñidor colgaba también un espadín con vaina de cuero negro con herrajes en latón dorado.


    El arma de fuego más común en 1768 era el fusil modelo 1757 para la infantería, que en los dominios de ultimar y los cuerpos de milicias se mantuvo durante muchos años en servicio, ante la escasez de suministros. También se empleaban armas de adquisición particular y todo tipo de fusiles, carabinas e incluso escopetas nacionales o extranjeras.    

Reinado De Fernando VI (1746-1759)
(Soldado de los Reales Guardias de Corps 1746)
  • Uniforme

    Desde su creación en 1704 hasta su extinción en 1821, la uniformidad de la Guardia de Corps no sufrir apenas variaciones. Desde un principio sus componentes vistieron casacas juste au corps (entalladas) de color azul turquí con bocamangas grana y galoneadas de plata, como era típico de la real casa. La casaca fue modificándose ligeramente al tiempo que la moda militar, y pasó a llevar recogidos sus amplios faldones, mostrando el forro de color grana.


    Posteriormente, en el reinado de Fernando VI, los faldones se hicieron mas pequeños y rígidos mediante la utilización del “tontillo” o armazón interior que los mantenía abierto y extendido. La casaca estaba galoneada en plata, tanto en sus bordes como en los bolsillos y los ojales. Las bocamangas llevaban grandes ojales ribeteados de galán de plata. Todos los botones eran también de metal blanco o plateado. El calzón era azul. El chaleco o chupa era de color grana, galoneado también de plata.


    Para servicio a caballo, calzaban botas altas de cuero negro con espuelas de hierro, y para el servicio de a pie, zapatos de cuero negro con grande hebillas plateadas y medias rojas. Bajo la chupa se vestía camisa de hilo con encaje en los puños y cuello, así como corbatín de cuero o tela, negro o blanco según la ocasión.


    A partir de 1760 se doto a los Guardias de Corps de otro modelo de uniforme -el “pequeño”- que solo llevaba galos plateado en los ojales, y que debía usarse reservando el “grande” para las ocasiones de gala. A partir de esta fecha, los brigadieres y oficiales mayores utilizaron calzón grana como el de gala. El gran uniforme se suministraba cada seis años y el pequeño cada dos. Todo el vestuario se confeccionaba en las fabricas reales de paños de Guadalajara, Brihuega y Alcoy.


    La prenda de cabeza era el sombrero acantilado o de tres picos, provistos también de galán plateado, presilla de hilo y botón, ambos en plata, y escarapela encarnada.


    Las prendas distintas de los Guardia de Corps fue siempre la banderola. Era de cuero forrada de tela y galoneada formando grandes cuadros en plata. El interior de los cuadros era de terciopelo, de color diferente según la compañía: Encarnado para la española, verde para la italiana, amarilla para la flamenca y azul para la americana. Al final de esta se llevaba un mosquetón para enganchar la carabina.

    Para la espalda se utilizaba un ceñidor o viricú de cuero, con tres filas de galones horizontales en plata. Para el servicio de pie los guardias llevaban una cartuchera ventral o “cacerina” con el escudo real estampado en el centro de su tapa.

  • Armamento

    En 1746 estaba constituido por una espada recta de caballería, dos pistolas de arzón y una carabina. Ademas existía un espadín de paseo. Estas armas eran las reglamentarias en todos los cuerpos del ejercito, pero podían distinguirse por ser de mejor acabado y llevar estampada la inscripción “Guardia de Corps” en los cañones y en las hojas. Las armas de fuego eran naturalmente de chispa, se construían en Vizcaya y Cataluña, y a partir de 1757 fueron unificadas a calibre de 16 balas por libra y dotadas de llaves a la española, mientras que anteriormente lo fueron de a 18 y provista de llave tanto a la francesa como a la catalana.

Reinado De Fernando VI (1746-1759)
(Trompeta de los Reales Guardias de Corps 1750)
  • Uniforme

    Con relación al detalle preciso de este uniforme, están publicadas las contratas que se ajustaron para las prendas de cada una de las categorías de los Guardias de Corps, y muy concretamente la confección de los correspondientes a los timbaleros y doce trompetas.A continuación se detalla lo que se encargo para ambas categorías.


    Casaca de terciopelo azul y vueltas de terciopelo carmesí, guarnecida con 80 varas de galón de plata, ni más ni menos que unos 63 metros. Por tanto, se se calcula que un alto de la casaca podía medir alrededor de un metro, se obtiene -mangas incluidas y descontadas las vueltas- unas 60 tiras de galón. Ademas, como el ancho del galón era se unos 12 milímetros, el aspecto que ofrecía la casaca era mitad de terciopelo azul y mitad de galón de plata -algo muy parecido a los actuales trajes de luces-. No llevaba “tontillos” una pieza de cerda que se ponía en los pliegues de las casacas para ahuecarlas y que estaba forrada de sarga encarnada. En total llevaba dieciséis de botones grandes de plata.


    Calzón de paño azul veintiocheno (con 2.800 hilos de urdimbre) de Brihuega (calidad intermedia), con ojales de plata en las boquillas y botones del mismo metal. La chupa de piel de ante guarnecida de galón de plata al borde, ovalada con hilo de plata con dieciséis botones del mismo metal, y forrada de sarga blanca.


    Sombrero de fieltro negro guarnecido con galón, presilla y botón de plata y cucarda roja. Ademas un par de medias de estambre enmarcado, dos camisas, dos corbatas largas de muselina, un corbatín negro, un par de guantes, un cordón de plata y azul para la espalda, casi 2,5 metros de cinta para la coleta, un lazo para la coleta, una banderola para el sable o el espadín y un cinturón. Sin embargo, no sé decía nada de las botas altas ni de las espuelas.

  • Armamento y Trompeta

    Se conservan algunos datos respecto al armamento pero no existen figuras detalladas. La espada para el servicio a caballo era la reglamentaria de caballería, de hoja recta, con recazo, bigotera muy corta y dos filos corridos a tres mesas a partir de ella, cruz de gavilanes rectos con los extremos vueltos en sentidos opuestos y otros dos curvos hacia la punta. La vaina era de cuero con contera de hierro. La longitud total del arma era de 1,135 milímetros; la longitud de la hoja, 940 milímetros, y la anchura máxima de la hoja, 36 milímetros. Para el servicio de a tierra y para paseo llevaba un espadín, con puño de plata, que pesaba 2,87 kilogramos, del que sabemos fue fabricado por Pedro Debouscotz, el mismo que hizo las trompetas, también de plata.


    Los paños de las trompetas y de los timbales eran de paño azul, con las armas reales en metales y esmaltes bordados por haz y envés y con adornos de flores de lis de plata en las esquinas del paño. Los bordados representan a Castilla y León, Aragon y Sicilia, Austria, Borgoña antigua y moderna, Brabante, Flandes y Tirol, Borrón en escuchón.


    Había también otros dos uniformes llamados en la época “el grande” y “el, pequeño”, y que en la actualidad se corresponden con él “de gala” y el “de diario”, pero con las mismas prendas ya mencionadas. Las principales diferencias entre ellos estaban en las calidades de los paños y en la cantidad de galones de plata con los que se guarecían las diferentes prendas.

Reinado De Fernando VI (1746-1759)
(Sargento Mayor de la Plaza de Barcelona 1753)
  • Uniforme

    Los oficiales de los estados mayores de Plazas solían vestir en uniforme del último cuerpo en el que habían estado destinados, pero esto debió provocar alguna confusión o algún mal entendido que no ha llegado hasta nosotros, Tanto el sargento mayor de Barcelona como el de Orán solicitaron un uniforme que les distinguiese del resto de la oficialidad, a lo que Fernando VI accedió el 9 de junio de 1753 disponiendo:


    “Con motivo de haber condescendido el Rey a la solicitud de los Sargentos Mayores y Ayudantes de Plaza y Ciudadela de Barcelona., sobre que se les acuerde uniforme que los distinga en du respectiva clase y señalándoles ese paño azul con la divisa encarnada y el galón que manifiesta la muestra adjunta: con la advertencia de que el ancho deberá ser para los Sargentos Mayores, guarneciéndose con el borde de la casaca y chupa, carteras y contracarteras, y bocamangas, todo con alguna labor, y el angosto para los ayudantes, sin mas que ponerlo al canto; ha venido S. M. en declarar al mismo tiempo que sea extensiva esta providencia a las demás Plazas del Reino pero sin precisar a su practica a los interesados…”. Estos, que se comenzó a aplicar en Barcelona y se dejo en libertad al resto para que lo fueran vistiendo a medida que necesitase ropa nueva.


    El uniforme que representamos en el Archivo General de Simancas, donde puede verse el dibujo del delantero izquierdo y de su espalda, en los que destacan los peculiares galoneados de frente, vuelta de las mangas, carteras y contracarteras. La casaca y el calzón son de paño azul, mientras que la chupa y las vueltas de la casaca dice que son de grana; en la Real Orden mencionada como “encarnadas”, coloradas, rojas, mientras que aquí, al concretarla en “grana”, se refiere al modelo del tinte, que sobre la base de las agallas que forman las hembras de la cochinilla que vive en las coscojas, arboles parecidos a las encinas, y que dan esta peculiar tonalidad.


    los galones están formados por trazos ondulados, alternativamente y de fuera adentro de brillo o mate; el de la casaca se compone de nueve bordados paralelos y el de la chupa de cinco bordados. Su garantía de la autenticad esta en una linea manuscrita que dice: “Diseño de Uniforme de Sargento Mayor De Plaza según se an echo”. Estos galones eran emblemas distintos, pero no de divisas, ya que para distinguir los empleos se utilizaba el sistema de bastones establecidos por Felipe V en 1706. Es preciso destacar que en ninguna parte se mencionaba la posibilidad de usar botones, por lo que es seguro que la chupa se abrochara con corchetes y que la casaca pudiera tenerlos o no.


    Esta Real Orden se refería solamente a los sargentos mayores y a los ayudantes, pero hubo otra Real Orden posterior, al 11 de marzo de1760, que los extendió por arriba a los gobernadores y tenientes del rey, por debajo, al resto del personal por cuanto dice: “No obstante en los empleados en los Estados Mayores de Plaza tienen señalado uniforme azul con divisa encarnada y galón de oro ancho al borde, quiere S. M. se reduzca (sin novedad en los colores)a un galón de solo dos dedos (36 Milímetros)de ancho con ojales para el Gobernador (no siendo Oficial General), teniente del Rey y Sargento Mayor, y para los ayudantes y Capitanes de Llaves sin galón y con solo los ojales.


    A los Oficiales agregados a Estados Mayores de Plaza señala S. M. el uniforme azul, todo unido(entendemos si el color encarnado de vueltas y chupa), con botones de metal dorado a los dos lados, permitiendo a estos y a las demás clases del Ejercito el uso de los que ya tienen por el tiempo que les puede servir”. Con este nuevo uniforme se redujo en un 10% el ancho de los bordados y se prescribieron ojales.  

Reinado De Carlos III (1759-1788) 
(Caballería de Linea, Regimiento España 1760)
  • Uniforme

    Durante el reinado de Carlos III el atuendo militar español alcanzo una época de gran esplendor. A pesar de la enorme influencia que Francia ejerció siempre en cuanto a la moda y otros usos sociales en la corte borbónica, parte de la indumentaria militar española empezó a adquirir en esta época características propias. La prenda fundamental y distintiva de todo militar era la casaca, una prenda cara y pesada, que debía durar al soldado 48 meses. Estaba confeccionada con un resistente paño de lana, normalmente fabricado en Cataluña, y forrada con lienzo de cáñamo o algodón. La casaca se vestía llevando los faldones traseros recogidos para facilitar el movimiento de las piernas, dado que su longitud llegaba hasta las rodillas, y estaba provista de solapas y anchas bocamangas de colores distintivos y diferentes para cada regimiento. Para el regimiento de España, el reglamento establecía casaca de color encarnado con solapas y bocamangas (denominadas vueltas) negras. Los botones debían ser dorados. Se estipulaba también que las mantillas y tapafundas de pistoleras de los caballos debían ser encarnadas y provistas de un galón dorado. Este colorido permaneció sin modificaciones durante el reinado de Carlos III.


    La otra prenda distintiva del militar del siglo XVIII era el cubrecabezas. Normalmente era un sombrero con forma de candil, llamado popularmente “de tres picos”. Estaba provisto de una escarapela o cucarda que se llevaba en el lado derecho y que era un lazo de color representativo de cada monarquía, encarnado en el caso de España, blanco en el de Francia, negro en el de Inglaterra, etc. Completando estas dos prendas principales, el soldado bestia ademas un chaleco (chupa), que podía estar provisto o no de mangas. También un calzón de media pierna, comida con corbatín y medias. Completaban el vestuario los zapatos de hebilla y las polainas lienzo abotonadas, que tenían como objeto proteger el calzado, las piernas y rodillas en campaña, aunque se utilizaban también para ocasiones de gala. El soldado de caballería recibir a veces botas de montar de caña alta, que protegían las rodillas, aunque era frecuente que usara también polainas, especialmente en las unidades de dragones. En esta época se utilizaban unas grandes espuelas de hierro, que se fijaban mediante una ancha correa de cuero y una cadenilla que pasaba por la parte inferior del calzado. Como accesorios para el combate se llevaban canchas correas de cuero cruzadas “en bandolera” sobre el cuerpo. Ademas de utilizarse para transportar tanto la cartuchera con munición de del fusil como el arma blanca, servían para proteger lo hombros de los sablazos del enemigo. Otras prendas que completaban la uniformidad era una capa de abrigo de color crudo, un gorro de cuartel y un par de guantes.

    Finalmente, con distintivo de la caballería, la característica dragona. Esta era una cinta doble de estambre, del color de la casaca, que se llevaba cosida al hombro derecho y que casi en desuso hacia 1770. En cuanto al armamento, la Caballería de Linea empleaba un pesado sable recto de acero, modelo del año 1728 y dos pisoteas “de arzón" sujetas a la parte delantera de la silla de montar. Desde 1757, el fusil de la Caballería de Linea estaba construido, como todo el armamento en las fabricas de Plasencia (Guipúzcoa). Era de calibre 16 libras, al igual que las pistolas, y ambos tipos de armas estaban dotados de llaves de chispa a la francesa. La bandolera de caballería estaba provista de un mosquetón para enganchar la carabina o fusil mediante una anilla. Para evitar que el arma molestara tanto al caballo como al jinete se sujetaba por la boca del cañón mediante un capuchón y dos correas, a la silla de montar.

Reinado De Carlos III (1759-1788)
(Fusilero del Regimiento de Hibernia 1763)
  • Uniforme

    El uniforme del Regimiento Irlandés de Hibernia era de color rojo y con vueltas verdes. Un documento que aporta información sobre el vestuario de los regimientos irlandeses es la contrata para la uniformidad de todo el ejercito que se firmó el 1 de agosto de 1763, fecha a la que corresponde el soldado de la ilustración. En este documento se recogen los datos de los tres regimientos y se señala que el soldado vestía casaca de paño granza (rojo), mientras que la chupa, el calzón, las vueltas y el cuello habían de ser azules, verdes o de otro color. La casaca estaba forrada con estameña encarnada o azul, lo que excluye el verde. La chupa y el calzón eran de lienzo -sin diferenciar el color- y los botones de latón.


    El sombrero era con galón de estambre dorado y se completaba con una escarapela también de estambre, pero encarnada. Otras prendas y piezas que se entregaban al soldado eran: dos camisas de lienzo y botines de lo mismo, dos corbatines de cinta de estambre negro, un par de zapatos de baqueta, un par de medias de lana blanca o calcetas de hilo, una cartuchera “a la moderna” de funda de suela de baqueta con funda de lo mismo, un portabayoneta también de baqueta con hebilla de latón, un frasco de baqueta con portafrasco y portafusil de ante y una mochila de lienzo de cáñamo. El estampado de la tapa de la cartuchera llevaba las armas del regimiento.


    Los sargentos vestían igual que los soldados, pero se diferenciaban en que sus uniformes estaban confeccionados con mejores telas, en las charreteras y en que llevaban una espada con el puño de latón.


    Los tambores y los pianos usaban casacas y calzón azul. Las chupas y vueltas eran granza con guarnición de galón de las Casa Real.

  • Armamento

    En el siglo XVIII las armas de fuego de la infantería, Los fusiles, pasaron por una época de inmovilismo durante la cual solo se fabricaron los modelos de 1700 (aproximadamente), 1717 y 1757. A partir de 1789, coincidiendo con el comienzo url reinado de Carlos IV y la Revolución Francesa, el desarrollo del armamento de chispa en España se fundamentó principalmente en el empleo de la llave española.


    La llave francesa necesitaba ocho tarifandos para fijarla, y se montaba mayormente, dentro de la caja del fusil, por toque necesitaba un estuche profundo que la debilitaba, a cambio de una mejor protección frente a la suciedad y corrosión. La llave española no precisaba mas de tres o cuatro tirafondos y llevaba el muelle real en el exterior; tenia el inconveniente que que todos los esfuerzos del disparo recaían sobre la parte derecha de la platina, lo que tenia a un desajuste en el mecanismo.


    Antes del fusil para infantería modelo 1757 que se presenta en la ilustración, hubo una contrata en 1753 que probablemente no fue mas que un pedido de fusiles de los modelos anteriores, lo que, por tanto, no representó ninguna mejora sustancial en el armamento de que tipo. Las principales características del fusil modelo 1757 eran las siguientes: calibre de 18 milímetros, igual que el precedente de 1700, cañón de 1.110 milímetros, mas corto, ochavado en su recamara con tope para la baqueta en su mitad superior; llave de modelo francés, con estribo en la cazoleta; aparejos de latón y baqueta de hierro; longitud total 1.510 milímetros; peso 4.140 gramos. La bayoneta era de cubo sin anilla, con la hoja de sección triangular, cuya cara mas ancha era plana y las otras dos, con vacíos pronunciados; longitud total 483 milímetros; peso 360 gramos.

Reinado De Carlos III (1759-1788) 
(Tambor de dragones 1781)
  • Uniforme

    En 1781, el Regimiento de Dragones de Lusitania vestía capa, casaca sin cuello, forro, chupa y calzón amarillos con las vueltas de la casaca negras y abiertas (de terciopelo para los oficiales). La casaca tenia veinticuatro botones entre las dos partes del delantero, dispuestos de dos en dos. Los oficiales lucían dragonas de plata sobre los hombres, mientras que las tropa eran amarillas y negras. Como prenda de cabeza se utilizaba un sombrero negro con un galón de plata con una escarapela encarnada. El pelo se recogía con una cinta negra en una coleta.


    La tropa de abrigo consistía en un capote pardo. se tiene noticia de que las mantillas y tapafundas de los caballos eran de color de la divisa, es decir, negras, y que estaban adornadas con un galón ancho, de estambre blanco y con dos lineas negras y otra de color amarillo en el centro. Sin embargo en el dibujo ilustrado del Estado Militar de 1761 las mantillas y tapafundas que aparecen son de color amarillo y con un galón blanco.


    Otras prendas sueltas eran un juego de broches para la capa, un gorro de cuartel de paño con el emblema bordado con estambre y un par de guantes de montar.


    Para que se les reconociera y distinguiera mejor a distancia, los tambores en infantería, los trompetas en caballería y los tambores, oboes y timbales en dragones, vestían casacas con las vueltas y, ademas, montaban sobre caballos tordos.


    En la detallada revista que este regimiento paso en el mes de octubre de 1754, se menciona que los tambores, los oboes y el tambor mayor “tienen sus libreas con la divisa negra”; esto es, que en contra de la regla general, y tal vez por ser de un color demasiado fúnebre o que pudiera confundirse con las prendas de un religiosa, las casacas tenían que ser de color amarillo, aunque se especifica que con “el canto de felpilla negra”. Posteriormente, en el año 1763, todos los tambores pasaron a vestir con los colores de la Casa Real, es decir, azul con vueltas encarnadas, y galoneados de rojo y blanco.

  • Equipo, Armamento y Tambor

    En 1761, los dragones llevaban como equipo una ancha bandolera de ante de color amarillo con un gancho de hierro para afianzar el fusil, una cartuchera colgada de la bandolera, un frasco de asta para cebar el fusil, un viricú para el sable y, muy importante, una estaca y un mazo para clavarla en el suelo y atar a ella las riendas del caballo antes de comenzar a combatir a pie.


    El armamento de la tropa era un fusil y, ademas un sable, como el que esta representado en la figura. Al no tener datos fehacientes del sable, se ha tomado el modelo de 1768 con la idea de que las diferencias entre ambos no fuesen ciertamente notables.


    El tambor es el clásico de la época, con los aros negros y el cuerpo amarillo, con el escudo de las armas reales pintado a todo color en el centro.

Reinado De Carlos IV (1788-1808)
(Cirujano de hospital de campaña, 1793)
  • Uniforme

    No esta bien determinado en qué momento los cirujanos de los hospitales de campaña comenzaron a vestir un uniforme propio. Los primeros indicios se remontan a 1771, cuando se concedió una divisa especifica para el cirujano mayor de los ejércitos. En el primer expediente aparecía el diseño del uniforme que se representa en la ilustración, pero el texto que lo confirma es de más de veinte años después, concretamente en 1793.


    Sobre este uniforme, el texto decía lo siguiente: casaca azul celeste, vuelta, chupa y calzón encarnados. Acompañe el texto una preciosa lamina, por la que se ha podido recomponer totalmente el uniforme, estimar el tono de rojo y, ademas, hacer la diferenciación del grado de sus categorías facultativas. El primer nivel de la distinción lo encontramos en el tamaño de los ramos que son tres -grandes, medianos y pequeños- mientras que el segundo nivel reside en la cantidad de los bordados que se reparten por la casaca y la chupa.


    La botonadura de la casaca se repartía por series de uno, dos y tres botones grandes. Los espacios entre cada serie eran mayores que los que había entre los botones. La chupa tenia, en total, nueve botones pequeños, todos a igual distancia. Los botones, en este tiempo no eran metálicos, sino de madera y forrados. En este caso el forro era de hilos de plata.


    El protomédico de los ejércitos llevaba bordados grandes en el cuello y a lo largo de los delanteros de la casaca, en la tapa de los bolsillos y por encima y debajo de estos. También llevaba dos bordados en las vueltas de las mangas; además, en los delanteros de la chupa, en los bolsillos y por encima y por debajo de estos. Los primeros médicos llevaban asimismo bordados, pero de tamaño mediano y solamente un bordado en las mangas. Los consultores no llevaban los bordados que iban encima y debajo de los bolsillos de la casaca. Los médicos de número llevaban los bordados pequeños y en las vueltas; los bolsillos de la casaca y de la chupa estaban rodeados de galón, lo mismo que los ojales de la chupa. Por último, los practicantes mayores -una especie de médicos en practicas- solo llevaban el bordado de las vueltas.


    Ademas, y como estaba establecido, usaban sombrero negro con escarapela roja con presilla dorada, zapatos negros con hebilla de plata y espadín de ceñir. Llevaban siempre a la mano un maletín de cuero castaño o negro con los elementos imprescindibles para su facultad: bisturí, escalpelo, sierra, pinzas, sacabalas y aguja de coser con hilos de tripa para las suturas y diversos frascos con pócimas.

  • Armamento

    El armamento personal no eres en realidad un arma defensivas, sino más propiamente representativas de su posición social y consistía en una espada de ceñir recta y ligera. Este tipo de arma tuvo modelos diferentes para sanidad militar en 1864, 1886 y 1902. Se trata de espadas rectas con una longitud que rondaba los 90 centímetros. Las de 1864 y 1902 tenia gavilanes rectos; la de 1886 tenia la cazoleta calada con galléelo. Hubo también una espada para sargentos de sanidad militar y un sable para los oficiales que montaban a caballo, ambos en 1886.

Reinado de Carlos IV (1788-18908)

(Cadete, 1804)

  • Uniforme

    Cuando el cadete llegaba al colegio, debía traer consigo una cama con la ropa correspondiente, un estante con mesa para libros y estudios, dos uniformes completos con dos pares de calzones cada uno, un espadín, hebillas para los zapatos de ordenanza, cubierto de plato, batas de invierno y de verano, ropa de cama, una silla y un cofre o baúl.


    El uniforme se componía de las siguientes prendas: casaca azul celeste con el collarín, la solapa y la vuelta morados; la chupa y el calzón debían ser blancos para los días de “lucimiento”, aunque para los demás era azul celeste, como la casaca; sombrero liso, esto es, sin galón alguno, y botones plata con el nombre del colegio que correspondiese. En invierno se permitía el uso de un sobretodo largo, o levita, pero no se especificaban ni la forma ni el color; lo mas probable es que el corte fuera el habitual y su color, gris o pardo.


    El armamento y la fornituras se menciona como los de la infantería se menciona como los de la infantería, sin mas detalle, pero arreglando el correaje a la edad y talla de los cadetes. Aunque no se indica, estimamos que en el sombrero llevarían escarapela roja y en el hombro, los cordones de plata que los confirmaban como cadetes.


    La primera referencia a este peculiar distintivo de los cadetes, que aun se conserva en nuestros días, la tenemos con Felipe V, que en 1722 dispuso “ que todos los Cadetes traigan un cordón de plata al hombro […] no permitiendo que otros usen de esta distinción”, y detalla que “los cadetes deben traer un cordón al hombro de la calidad que fueren las dragonas de oficial”; el cordón trenzado y terminado en dos herretes, se colgaba de un botón colocado sobre el derecho.


    En 1797 por una Real Orden de Carlos IV, se suprimió el ingreso de los cadetes en los regimientos para que, en su lugar, lo hiciesen a través de las distintas academias o colegios. En esa época comenzaron a usarse solapas rebatidas en la casaca, como es el caso de estos colegios, el cordón se doblo a la mitad, quedando el doblez sobre el hombro derecho, mientras que los extremos, que terminaban en dos caídas con un clavo coronado cada una, pasaron a colgarse del botón superior derecho; el resto de los cordones quedaba colgado en arco.

  • Armamento

    De las armas de los cadetes, se indica que el fusil era como el de infantería de la época, esto es, el modelo 1801 que también ha aparecido en otras figuras de estos años. El cañón, idéntico al del modelo 1757, ochavado en la recamara con tope para su bayoneta en su mitad superior, llave mixta con cazoleta guardavientos, caja algo evolucionada respecto al modelo precedente, aparejos de latín, baqueta de hierro con atacador de forma cónica; calibre, 18 milímetros; longitud total, 1.508 milímetros,


    La bayoneta era la del modelo 1757, de cubo sin anilla, con la hoja de sección triangular en la cara mas ancha era plana, mientras que las oteas dos ofrecían profundos vaceos; su longitud total era de 483 milímetros.


    En cuanto al espadín, es posible que quedase al libre albedrío de los interesados. En caso de reglamentarse, podría haber sido como la espada modelo 1764 para el Real Colegio de Artillería de Segovia, pero de ella no se conserva ningún ejemplar, aunque se sabe que era recta, con dos filos y tres mesas por cada cara; la guarnición era de latón y la vaina de cuero. Su longitud total esta de 745 milímetros.

Reinado de Carlos IV (1788-1808)

(Artillero de marina,1805)
  • Uniforme

    Las primeras menciones a la uniformidad de las brigadas de Artillería de Marina se encuentran en las ordenanzas del ministro Patiño en 1717, en las que se habla de casacas azules con divisa encarnada. Los jefes y oficiales vestían los uniformes correspondientes al Cuerpo General. En 1760 se dieron algunas normas nuevas; el vestuario se componía de casaca y calzón azul turquí con vueltas y collarín grana. La chupa era encarnada, las medias granas, el botón de latón, y las vueltas y carteras eran galoneadas con tres o cuatro alambres de oro según fueran primeros o segundos, respectivamente. El sombrero de tus picos era negro con galón dorado para los condestables y amarillo para los demás. Los bombarderos llevaban una bomba de lana azul bordadas en las vueltas.


    En 1761 se cambiaros las solapas a encarnado. Como premio a la defensa del Morro de la Habana, en 1763 se concedió a los artilleros llevar de oro el galón del sombrero y las vueltas de la casaca.


    Una real orden de 1784 cambio el distintivo de los bombarderos a seda plateada, y se concedió a los artilleros el uso de una palanqueta de estambre amarillo en las vueltas como distintivo.


    En 1792, la uniformidad seguía compuesta por casaca y calzón azul, la chupa encarnada como las vueltas, el collarín y la solapa, El botón era dorado liso. Los distintivos de los empleos habían cambiado, de la manera siguiente: los primeros condestables llevaban como divisa dos galones en las vueltas y tres sardinetas; los segundos condestables, dos galonees y dos sardinetas; los cabos 1º, un solo galón y dos sardinetas; los cabos 2º, un galón y una sardineta; los bombarderos, una bomba bordada en la vuelta; los artilleros, una palanqueta, y los ayudantes, la vuelta vacía. En 1803 se modificaron las solapas, que pasaron a ser azules. La chupa cambio al color blanco y las bocamangas se cerraron con una portezuela azul con tres botones. El calzón era blanco y el medio botín, negro. En el cuello se dispuso un nuevo emblema con una bomba sobre un ancla en dorado.


    El uniforme de a bordo era una chaqueta y un pantalón pardo con forro, vuelta y cuello encarnado; portezuela parda en bocamanga, chaleco blanco, y una gorra encarnada con manga azul que llevaba un ancla flanqueada por dos bombas bordadas en su parte frontal. Llevaba dos filas de botones dorados y vivos rojos. En 1803 se doto también a los artilleros de un poncho pardo.


    También se modificaron las divisas, que pasaron a ser dos charreteras de estambre carmesí para los condestables primeros, una en el hombro derecho para los condestables segundos, y dos o unos galones dorados en las vueltas para los cabos 1º y 2º, respectivamente. Los sombreros eran negros sin galón y con escarapela encarnada con botón y presilla amarilla. En 1807 se modificaron las solapas, que pasaron a ser encarnadas, igual que las chupas.

  • Armamento

    El 16 de marzo de 1804 se aprobó para los artilleros de marina un sable corto y ancho igual al de la artillería del ejercito, pero sin vaina de latón, con la contera corta y la abrazadera con botón. El 11 de agosto de 1804 se dispuso que los correajes de los artilleros fueran negros. En junio de 1807 se concedió la la Armada el uso del premio a la constancia, que consistía en un galón rojo que debía llevarse en el brazo derecho. Como curiosidad, citaremos que el 2 de septiembre de 1806 se dispuso que, en lo sucesivo, el pelo se llevara corto sin coleta.

Reinado De Carlos IV (1788-1808)

(Capitan del Real Cuerpo de Ingenieros, 1805)

  • Uniforme

    Es el primero en que los ingenieros incorporan el color morado como identificación; tanto la bandera regimentar como la de batallón, concedidas en 1803, eran de ese color. 


    No se tienen noticias escritas de los primeros uniformes que vistieron tanto en conjunto de la artillería como de los ingenieros a principios del siglo XVIII. La Ordenanza de 1728 señala que estaba compuesto por una casaca y un pantalón de paño azul turquí. La casaca tenia vueltas grana, igual que en los regimientos de la Casa Real.


    El capitán, para cuya realización se han considerado dos fuentes -La Colección de cien estampas… según el ultimo (sic) reglamentado de este Año de 1805 y el Estado del Ejercito y la Armada de Juan Jose de Ordovás-, lleva un uniforme con las variaciones que se introdujeron en 1805; el cuello -inicialmente rojo- y las solapas negras pasaron a ser de terciopelo morado, aunque se conservaron los castillos y ojales de plata. Este cambio solo afecto a los oficiales, ya que el uniforme de la tropa del Regimiento Real de Zapadores no sufrir ningún cambio.


    Sobre los dos hombros hay sendos alamares de hilo de plata, del mismo color que el resto de los bordados y botones, que se establecieron en 1768 como divisas del empleo de capitán y que fueron mas conocidos como charreteras a partir de 1785.


    Los oficiales siempre que no tuvieran que vestir de riguroso uniforme, estaban autorizados a llevar chaleco y pantalón blanco. Para montar a caballo usaban una mantilla y un tapafundas azul turquí con galón de plata cosido alrededor de todo el canto.


    La tropa, ademas, tenia un coleto de cuero flexible para el trabajo, al modo de los gastadores, que podía llevarse con el delantal cubriendo el pecho o rebatido sobre un mantel. También usaban un chaleco rojo con mangas y otro sin ellas, dos pares de pantalones azul turquí y con un vivo blanco en los costados, un corbatín negro, dos camisas, dos pares de zapatos y otros dos de medias, medios botines de paño negro y un gorro de cuartel de cuartel con manga azul, vuelta encarnada y vivos blancos que tenia un escudo de las armas reales y alrededor el lema “Real Cuerpo de Zapadores Minadores” y, a ambos lados, el numero del batallón o de la compañía bordado en negro.


    Para el frio disponían de un capote, posiblemente pardo, con capucha y una mochila de piel de cabra. Los zapadores se distinguían de los minadores por tres alambres de galón de hilo blanco que llevaban en las vueltas de las casacas. Los zapadores y minadores primeros con dragonas blancas y los segundos con dragonas azules.


    Como curiosidad, toda la tropa debía usar bigote y llevar el pelo cortado “a fin de que con facilidad puedan mantener limpia la cabeza"

  • Armamento

    El arma propia de un oficial era el sable. Sabemos que era “de plata igual que el modelo elegido” por lo que para reproducirla nos hemos basado en una lamina incluida en las citadas fuentes. Al igual que en la Colección de 1805, en el dibujo que se ilustra aparece colgada del cinturón del capitán, aunque Ordovás la enganchada a una bandolera roja con vivos blancos que cruza del hombro derecho al costado izquierdo.


    La Ordenanza de 1803 prescribía que los oficiales, ademas del sable y siempre que estuviesen de servicio, debían llevar una pistola en la cintura.

Reinado De José Bonaparte (1808-1814)

(Soldado del Batallón de Buenos Aires, 1808)

  • Uniforme

    Las unidades de guarnición en los virreinatos americanos vestían uniformes similares a los del ejercito peninsular, si bien con muchos detalles que los hacían al mismo tiempo peculiares en comparación con los de otras posesiones de ultramar. Todo lo relacionado con los asuntos militares estaba sujeto a las rígidas normas establecidas para toda la vida administrativa por el reinado ilustrado de Carlos III. Sin embargo, el hecho de que desde la ultima década del siglo XVIII no se enviaran desde la metrópoli unidades completas de tropas de refuerzo, produjo una falta de contacto directo entre el ejercito peninsular y el de ultramar. A ello se sumaba la gran autonomía de que gozaron los virreyes, especialmente en esta convulsa época política de principios del siglo XIX, y el que la defensa recaía por completo en las tropas veteranas y las milicias.


    Todo ello se refleja, en 1806, en el aspecto de las guarniciones del virreinatos del Rio de la Plata. Los uniformes vestidos por aquellas tropas eran una mezcla de las modas imperantes en España, aderezadas con numerosos detalles que les daban una imagen peculiar y de marcado color local. La fantasía de coroneles y jefes de cuerpo se mostraba en el uso de las prendas que parecerían extrañas en la Península, como dolmanes de caballería, profusión de entorchados, fajines y bandas, sombreros de todo tipo, adornos diversos, etc.


    El color predominante era azul oscuro, aunque también podían apreciarse numerosas unidades vestidas de encarnado o verde. En general, los tonos y diseños podían considerarse atrasados, pues correspondían al reglamento de 1801, mientras que desde 1805, toda la infantería de la Península debía haber cambiados casacas de color blanco. Evidentemente, como había ocurrido siempre, estas normas y reglamentos tardaban mas tiempo en aplicarse en ultramar no solo por el tiempo que se requería para su comunicación vía oceánica, sino por las dificultades de suministro y confección de prendas, equipo y armamento.


    Paradójicamente, los soldados que fueron enviados como prisioneros desde Montevideo a Inglaterra en enero de 1807, acabarían siendo liberados, y vestirían el uniforme característico de sus antiguos enemigos, ahora aliados de la Junta Central de España. En efecto, a finales del mes de mayo de 1808, todos los prisioneros españoles que se encontraban en Gran Bretaña en diversas prisiones y pronto fueron agrupados y embarcados con destino a La Coruña, donde llegaron el 4 de junio. Antes de ese traslado serian vestidos con uniformes reglamentarios de la infantería británica, las tradicionales casacas rojas, con chalecos blancos y pantalones de lana gris para el in vieron y de lienzo blanco para el verano.


    Los documentos referentes a esta cuestión, conservados en los archivos del Foreign Office de Londres, no detallan su composición exacta, pero podemos suponer razonablemente que se les entregaron también los reglamentarios chacós en forma cilíndrica confeccionados en fieltro negro, con visera y refuerzos de cuero.

  • Armamento

    En cuanto el resto del equipo que se proporciono a estos hombres, lógicamente debido de ser también el que era utilizado por las tropas británicas y que era el se uso corriente en el año 1808.


    El correaje se componía de dos bandoleras de cuero teñido de blanco, una que llevaba la bayoneta, mientras que la otra transportaba la cartuchera de cuero negro. Ademas se dotaba al infante de una bolsa de costado de lienzo para transportar las raciones, que pronto se adoptara por todas las tropas españolas, así como de una cantimplora circular de madera. Ele armamento era el fusil Brown Bess en alguno de sus dos modelos Indian o Tower.

Reinado De José Bonaparte (1808-1814)

(Capitán del Real Cuerpo de  Artillería , 1808)

  • Uniforme

    En 1805 hubo un primer uniforme para el Cuerpo de Artillería que se reglamentó el 17 de marzo. Este uniforme era de los tradicionales colores azul y rojo, pero sus detalles no debieron de ser lo suficientemente convincentes, por lo que el 6 de noviembre se dio un nuevo reglamento para la oficialidad y tropa.


    El oficial de la ilustración lleva sombrero negro con galón de oro y escarapela roja. La casaca es azul turquí, con vivos colores y solapas dobles. Estas ultimas, con siete botones en cada una, se rebaten para abrocharse sobre los botones del su mismo costado. Las charreteras son de hilo dorado con canelones de lo mismo, lo que define el empleo de capitán. El cuello de la casaca es rojo. Las vueltas rojas, abiertas, son del mismo color y llevan portezuela azul y recta que se abrocha con cuatro botones. En los faldones hay cuatro carteras largas, cada una con cuatro botones, y en la parte inferior de cada barra, un refuerzo en azul. El uniforme se completaba con un par de guantes blancos o de montar, una chupa blanca o azul turquí viveada de rojo, un calzón igualmente blanco o azul turquí y botas de media caña a lo húsar. El cinturón del sable de los oficiales se abrochaba con un gancho en forma de “S” que enlazaban sol en cada un extremo de las correas.


    Fuera de los actos de servicio se podía llevar chupa y calzón blanco o de tela mahón azul. El peinado dejo de llevarse empolvado, a lo húsar, para llevarse cortado y sin coleta, igual que sucedía con las tropas de Casa Real y de la guarnición de Madrid.


    Desde el 22 de julio de 1802, solo una semana después de que los ingenieros adoptaran su castillo, el cuello de las casacas de los artilleros paso a estar decorado con una bomba dorada encendida. El castillo y la bomba han sido los emblemas de cuello mas permanentes de nuestro ejercito. Todavía hoy se llevan.


    El reglamento de 1805 se refería a los botones de este uniforme como los “que usaba antes el cuerpo” lo que corresponde al que se asigno a la Artillería en el año 1797.


    Este botón llevaba grabado el otro gran emblema del Cuerpo: dos cañones cruzados en aspa bajo corona real y sobre un pila de diez balas. Posteriormente, esta pila pasó a estar compuesta por solo seis balas.


    Un detalle mas para acentuar la asimilación de la artillería a las tropas de la Casa Real fue que en 1806 se ordeno que luto oficial en los decesos de los reyes, príncipes de Asturias o infantes fuesen chupas, calzón y medias negras, con el añadido de una banda terciada, una faja en el brazo o nada mas, según la persona fallecida.

  • Armamento

    En 1803 se fijo modelo de espada para los oficiales de artillería. Su hoja era recta con el filo corrido al exterior y lomo en el primer tercio, mientras que en el interior todo era filo; la guarnición , de latón constaba de concha, cruz y aro, el pomo con forma de yelmo, como también lo llevaran sis los de infantería de los modelos de 1805 y 1818; el puño de madera cuadrillada y la vaina de cuero negro con brocal y contera de latón, aunque existen figuras dibujadas de época en las que la funda es metálica. 


    Sus dimensiones eran: longitud total 955 milímetros y ala anchura y el grosor máximo de la hoja, respectivamente, 20 y 25 milímetros.  

Guerra de la Independencia (1808-1814)

(Granadero del Regimiento del Principe, 1808)

  • Uniforme

    En 1805 se promulgo un nuevo reglamento de uniformidad para la infantería, según el cual todos los regimientos tenían que volver a vestir con casaca y calzón blanco como había sido habitual en el siglo XVIII. El uniforme de la infantería de linea se componía de una casaca confeccionada con lana, con solapas rectas y faldones cortos, un chaleco, camisa y calzón.


    En verano se usaban calzones de lienzo. Resulta paradójico que la limpieza de estas prendas blancas se hiciera utilizando polvos de sílice y un cepillo, ya que estaba prohibirlo lavarlas con agua. Para proteger los tobillos y las piernas se usaban polainas abotonadas de tela negra. Los regimientos se distinguían entre si por el color de la solapa, del forro, de las bocamangas y de la vuelta de los faldones -morado en el caso del Regimiento del Principe- así como los botones, que podían ser plateados o dorados. Solo en la casaca se llevaban 32 botones, contando carteras de bolsillos, hombreras y solapas.


    Como prenda de cabeza se llevaba un sombrero bicornio de fieltro negro en el que se lucía la escarapela nacional encarnada, sujeta con una presilla y un botón . La excepción eran las compañías de granaderos, que desde el siglo anterior utilizaban sombreros altos de pelo negro provisto de una larga manga -accesorio singular y característico de los españoles- en su parte trasera. solía ser de color distintivo del regimiento y en ella se bordaba el escudo de armas de la unidad, rodeado de trofeos militares y adornos. Para servicios económicos -Limpieza y mantenimiento de instalaciones y campamentos- se utilizaba el traje de cuartel. Consistía en vestir chaleco o chupa con mangas desmontables, calzón , medias y gorro de cuartel. Habitualmente las prendas de cuartel eran las mas viejas o desgastadas que tenia el soldado, y en ocasiones las unidas.


    Los zapatos eran de cuero negro y, como era costumbre en la época. iguales para ambos pies. Con ello se facilitaba la reposición en caso de rotura. Para cuartel y descanso, el soldado utilizaba abarcas o alpargatas, muy socorridas en todo tiempo ante las carencias constantes de calzado en el ejercito durante las guerras napoleónicas. Los granaderos estaban autorizados a llevar grandes patillas y bigotes. En estas compañías formaban los hombres de mayor altura y confianza en el regimiento. En los grabados coetáneos puede verse que aun conservaban con orgullo en sus correajes los antiguos chisperos para encender las granadas, que hacia mucho habían dejado de tener utilidad.

  • Armamento

    En 1808, el equipo de combate se componía de un doble correaje de cuero blanco con cartuchera y porta-bayoneta y mochila de piel de vaca, conejo o cabra. Aunque no se cita en los reglamentos, en algunas fuentes gráficas se observa que la infantería de linea utilizaba capones de color gris aplomado o pardo para el mal tiempo.


    El armamento en servicio en 1808 era el fusil de chispa modelo 1802, o el modelo de 1874, ambos con bayoneta de hoja triangular. En la cartuchera llevaban de 20 a 30 cartuchos, compuesto por una carga de pólvora y la bala de plomo, envueltos en papel.


    Los granaderos también tenían asignado un sable corto como los sargentos de infantería. Hasta en comienzo de la Guerra de la Independencia fue el que ya estaba en servicio al menos desde 1783, con guarnición de latón, cazoleta con aro y dos gavilanes. Medía 8,53cm y su funda era de cuero negro. 

Guerra de la Independencia (1808-1814)

(Regimiento de Dragones de Numancia , 1808)

  • Uniforme

    Las difíciles condiciones y variadas vicisitudes que sufrieron las unidades del ejercito español a lo largo de toda la Guerra de la Independencia tuvieron su reflejo en la uniformidad. La carencia de una cadena de suministros, los continuos desplazamientos sin bases permanentes de operaciones, la penuria económica y las reorganizaciones sucesivas impidieron que las conservaran unas mínimas condiciones de uniformidad durante la contienda. Hubo de echarse mano de todos los recursos disponible, de requisas al enemigo, de la ayuda británica y, por supuesto, de la improvisación y fantasia de los jefes de los cuerpos.


    El regimiento Numancia vestía al inicio de la guerreases características casacas amarillas, provistas de vueltas cuello y solapa de color negro. El desgaste de meses de campaña y las bajas hicieron mella en esta uniformidad y a mediados de la contienda probablemente queda poco rastro de ella, ya que se utilizaban toda suerte de prendas diferentes para sustituir a las gastadas o perdidas. La miniatura se basa en una lamina coetánea francesa de autor anónimo, que representa a un miembro del regimiento de Numancia durante la guerra. La prenda principal es una casaca verde, propia de los cazadores, cuerpo al que pasó el regimiento al dejar de pertenecer a los dragones por el reglamento de 1 de junio de 1815. También podia tratarse de la utilizada durante el periodo que parte del regimiento pasó a organizarse como lanceros (1812). Sorprende el color de las solapas y los cuellos, ya que no corresponde al asignado al regimiento. Sin embargo, ya se ha señalado que la diversidad de los uniformes y colores utilizados se debía a las peculiares circunstancias del conflicto. En el cuello de la casaca se llevaba el emblema de los dragones: una hoja de palma y un sable enlazados. Posteriormente, a partir del reglamento de 1818, este emblema se sustituyó por el número correspondiente al orden de antigüedad del regimiento, en el caso del Numancia, en nº 7. los botones son dorados, aunque tanto en épocas anteriores como a partir de 1815 fueron de metal blanco o plateados. La figura representa en la lámina es un cadete, a juzgar por los cordones característicos de ese empleo que porta y que se lleva sobre el hombro derecho. El casco era de cuero y tenia una cimera de piel de oso. Era del tipo utilizado por los dragones británicos y fue adoptado por algunos cuerpos de caballería hacia el fin de la guerra. A partir del reglamento de 18154, esta prenda pasó a ser reglamentaria para la caballería ligera española, y, en teoría desapareció al promulgarse el reglamento de uniformidad de 1818, aunque hay constancia iconografía de que siguió utilizándose hasta la década de 1820. En 1824, la caballería de linea adoptó un casco de acero con cimera. El uso de la faja de diversos colores, generalmente encarnada para los oficiales, se puso de moda tanto en la infantería como en la caballería a imitación de la costumbre británica, y en varias ocasiones se prohibió su utilización, hasta que el rey accedió a utilizar su uso para la caballería ligera en 1823.

  • Armamento

    Una de las armas utilizadas por los cadetes de este regimiento era el sable de caballería, modelo 1815, provisto de una funda de acero con dos anillas para poder pasar los tirantes del ceñidor. También llevaban pistolas de arzón. La tropa utilizaba un fusil que, en caso de los dragones, estaba provisto de su correspondiente bayoneta. En 1815 se especificó que estas unidades debían usar fusiles mas cortos que los de la infantería para no molestar a los caballos durante la marcha. Las municiones para las armas de fuego se transportaban en un cartucherin que colgaba de la bandolera; en la figura, es del tipo usado por los oficiales.

Reinado de José Bonaparte (1808-1814)

(Guerrillero, 1811)

  • Uniforme

    Durante los primeros años de la guerra, las partidas se armaban y equipaban por si mismas, mediante todo tipo de armas aportadas por sus componentes, que vestían a la manera típica de la región respectiva o del estamento social al que pertenecían. En algunas zonas, como en Asturias se retribuyeron armas y equipamientos procedentes de Inglaterra, cosa que no ocurrió en el interior ni en aquellas otras donde las recibieron las unidades del ejercito.


    Diversos testimonios describen el aspecto de aquellos hombres,  como el francés Lejeune: Todos ellos, jefes y soldados portaban pañuelos coloreado anudado a la cabeza que cada por la espalda con aire descuidado. Encima del pañuelo llevaban un sombrero redondo de fieltro en el que se destacaba una corona, variando su color entre el negro, el marrón y el gris, según el estado de uso, y decorado con unas cuantas plumas de aves y una vuelta de cordon rojo. El pecho y uno de los hombros atezados y rojizos por la exposición constante a la intemperie, iban al descubierto. Algunos de los guerrilleros chaquetas de distinto color, como muestro húsares, y otros chaquetillas oscuras, negras o azules: pero todos llevaban anchas fajas de seda o lana, al tiempo que muchos tenían cartucheras por encima de ésta con espacio para varias docenas de cartuchos, como buena ocasión tuve de comprobar. Los calzones cortos de terciopelo negro o de cuero quedaban libres por la rodilla, y las pantorrillas protegidas por polainas de cuero que iban por encima de las sandalias españolas o grueso calzado con contrafuerte para los tobillos. Gritaban tanto como podían, enseñando sus dientes blancos y puntiagudos que se aprecian a los de los lobos hambrientos”

      

    A partir de 1810, la mayoría de las partidas muy grandes em numero, como la división del Empecinado, recibieron suministro de vestuario de las juntas o de algunas localidades de donde procedían sus reclutas. De esta manera se conseguía donarlas de algún atisbo de uniformidad, aunque siempre unido al empleo de prendas, gorros y armas capturadas al enemigo.


    Otro testimonio, esta vez del británico Hardman, describe las fuerzas del cura Merino: “Primero venia la caballería, bien montada y equipada; sus famosos húsares, que con la pelliza azul bordada en blanco, sus armas bruñidas y sus hermosos v¡caballos, podían emparejarse, sin menoscabo, con la mejor fuerza regular de la caballería francesa. Cada escuadrón mandaba en caballos del mismo color. Les seguía la infantería, uniformada de gris con adornos rojos, también con un aspecto de limpieza y disciplina grandes. En sus quepis de cuero negro se veían las armas de Burgos en blanco rodeadas del nombre del regimiento que era el de Arlanza. Cuando hubieron desfilado cuatro batallones de infantes, apareció la retaguardia, formada por otro escuadrón de húsares”. 


    Muy utilizado era el clásico sombrero de copa alta, en el que se solía llevar la escarapela encarnada y las cifras del rey Fernando VII. Algunos unidades adoptaron emblemas diversos como el que lleva la figura o relacionados con las ciudades y provincias de procedencia.


    Una pintura de los hermanos Dighton tomada del natural ha servido de base para la miniatura. Empecinado, vistiendo el uniforme de caballería de los Cazadores de Madrid.


  • Armamento

    Armas clásicas en la guerra fueron el sable ingles de caballería pesada, las pistolas de chispa y las navajas.

Reinado de José Bonaparte (1808-1814)

(Infante de marina. 1812)

  • Uniforme

    La infantería de marina comenzó la guerra de la independencia vistiendo su antiguo uniforme de casaca azul y bicornio. La primera variación que sufrieron los uniformes se debió a una Real Orden de 28 de noviembre de 1808. Disponía que las tropas de marina cuando estuvieran integradas en unidades del ejercito, se gobernaran en todo según las ordenanzas de la ademas tropas. Esto trajo consigo la aparición de sardinetas en los puños de los granaderos, ya que con anterioridad en los uniformes azules de la infantería no se llevaban.


    A poco de empezar la campaña fue necesario renovar el vestuario. Las contratas se efectuaron con la Casa Pardo, de Cadiz, que fabrico uniformes ingleses. Sus fechas fueron: el 30 de noviembre de 1810, el 6 de noviembre de 1812 y el 11 de febrero de 1813. Por uniformes ingleses se entendía aquellos iguales, o muy parecidos en hechura, a lops que Gran Bretaña proporcionaba a España. En las ya citadas contratas aparece el diseño de este uniforme.


    Las prendas que componían el vestuario del soldado eran: una casaca de paño azul tinto de lana de 2ª clase de la fabrica de Alcoy, con cuello vivo, forro y vueltas de paño rojo del mismo genero. Había de tener dos anclas de metal en el cuello por divisa del cuerpo a que correspondiera y tres cintas de seda o estambre de color oro en cada extremo del pecho. Un pantalón ancho de lo mismo, una chaqueta de paño azul con vivos rojos, dos chaquetas de lienzo, dos pantalones anchos de lo mismo, cuatro pares de medias, medio botín de paño negro, dos pares de zapatos dobles y abotinados, y de genero de duración. Cuatro pares de alpargatas, dos camisas un corbatín  de suela, un morrión de suela con su ancla troquelada sobre un escudo en la parte delantera, una gorra de paño azul y vivos encarnados en sus cascos, con un ancla, y en el doblez de la misma una faja de grana de pulgada y media de ancho, a lo menos; el largo de la gorra tendrá dos palmos y medio, con su borla de paño o estambre de ambos colores, y por dentro forrada de lienzo. Un poncho de paño pardo de Grazalema, un capote, un portacapotes, un par de tirantes, una bolsa de raciones de lona blanca, fornituras de cuero de color amarillo.


  • Armamento

    El armamento consistía en sable corto, bayoneta, fusil para los fusilaros y carabina para los granaderos, ambos de algunos de los muchos modelos británicos, españoles o franceses en uso durante la guerra.


    El equipo también era ingles, pero igualmente fabricado en Cadiz por la Casa de Pardo; las cantimplora fueron de lata y de madera con aspecto de tonelito corto; la mochila estaba embetunada de amarillo para las tropas peninsulares y sin embetunar para las partidas a combatir en ultramar, contra la emancipación americana.


    Por Real Orden de 12 de agosto de 1811 se organizaron los regimientos, y los uniformes de los granaderos pasaron a tener hombreras rojas y los cazadores, verdes. Por Real Orden de 19 de octubre de ese mismo año, se dispuso que los cazadores tuvieran corneta en lugar de tambor. Los cornetas y tambores llevaban, solamente en los puños y en el cuello, rl galo de librea.


    Terminada la guerra de la independencia, se extendió el uso de las sardinetas a todo el cuerpo por una Real Orden de 15 de octubre de 1815.

Reinado de Fernando VII (1814-1833)

(Cazador de infantería ligera, 1812)

  • Uniforme

    La situación de las tropas españolas, seis años después de acabar la guerra contra Napoleón, era de abandono y miseria. El marques de las Amarillas en su “Exposición del estado actual del ejercito” fecha en 1820, decía: En la infantería existe una falta de uniformes ridículamente”. Mas de 39.652 hombres ni siquiera tenían casaca.


    La reorganización de 1821, ademas de cambio de denominación del batallón por el de regimiento para las unidades de infantería ligera, modifico su uniformidad. El lujoso uniforme reglamentado en 1815, se cambio por otro mas sencillo, establecido por una real orden del 20 de septiembre de 1821.


    Par ala infantería ligera se estableció una casaca de color verde oscuro, con faldones algo mas corto que los de la infantería de linea que llegaban a medio muslo. En cierto modo se recuperaba el colorido que habían tenido estos cuerpos en 1801. Esta casaca estaba desprovista de solapas, y tenia el cuello, las bocamangas y el vivo color carmesí. Los botones eran ligeramente convexos, dorados y con una corneta con el numero del regimiento en su centro. Para distinguir a los soldados de las diferentes compañías, excepto los cazadores, en abril de 1822 se dispuso que llevasen sobre los hombros unas dragones con flecos, que tenían el puente carmesí para los carabineros y verde para los tiradores.


    El   pantalón  era  holgado,  de  color  gris  oscuro,  y  de  lienzo

    -algodón- color gris aplomado para el tiempo cálido. Los botines o polainas eran de paño negro. Se entregaban dos pares de zapatos de “becerro” teñido de negro y claveteados, que servían instintivamente para ambos pies. Se dotaba al soldado, ademas, con una chaqueta de cuartel también de color verde con vivos y cuello carmesí. Los sargentos usaban, en su lugar, una levita de color gris. El gorro de cuartel era de plato de color verde, sin armazón, y tenia visera de cuero. Llevaba una borla y vivos de color carmesí. Completaban el vestuario tres camisas con tirantes y un corbatín de cuero.


    La prenda de cabeza era el chacó modelo 1820, desprovisto de chapa, con carrilleras de metal pavonado. Tenia un pompón verde con su centro en blanco, en el que estaba inscrito en numero del regimiento. Como abrigo se llevaban capotes de color gris oscuro.


    Todos los soldados debían tener una mochila, sobre la que llevaban enrollado el capote. Ademas, para transportar las previsiones y útiles de primera mano, se llevaba un morral de lienzo blanco en el costado izquierdo, y una cantimplora de madera de “media azumbre”-algo mas de 1 litro.


    Los correajes eran de cuero teñido de blanco con cartuchera y funda de bayoneta negra.


  • Armamento

    En cuanto al armamento, durante muchos años tras la guerra de la independencia continuaron en uso la gran cantidad de fusiles de chispa y avancarga españoles, ingleses y franceses provenientes de la contienda. En 1820 había 87.000 fusiles de tres procedencias diferentes: ingleses del modelo “brown bess”, franceses “an IX” y españoles. Estos eran modelos de 1801 o anteriores, previstos de llave a la española, de la mixta o bien la de tipo francés  aprobada en 1807. A partir de 1815 comenzaron a utilizarse los nuevos modelo de fusiles con llave francesa, que no dieron muy buen resultado, por lo que se modificaron en 1828. Eran de calibre 18,3 mm y median 1,4m de longitud.

Reinado De Fernando VII (1814-1833)

(Lancero de la Guardia Real, 1830)

  • Uniforme

    Los tres que llevaron los lanceros fueron los usados en 1825, entre 1826 y 1833, y por último entre 1832 y 1833. Eran básicamente iguales, pero existían algunas diferencias en cuanto al color de los cuellos, las vueltas, los ojales, el galoneado e, incluso, los pantalones o las prendas de la cabeza.


    Para gala y en el año 1830, los datos fiables los presentan en chascas negro con cáliz carmesí, cinta de unión blanca, capacete y visera de fieltro negro, escudo dorado con las armas reales coronadas, con una G a su derecha y una R a su izquierda, sobre un denso haz de rayos, con plumero blanco con un cordon que abrochaba la escarapela roja, cantoneras y cadenilla dorados, forrajera trenzada de hilo de algodón blanco que terminaba en dos raquetas con borlas y barboquejo de cuero negro que partía de dos mascarones dorados con una cabeza de león.


    La casaca corta -ya que las largas molestaban al montar a caballo- de color azul turquí con cuello de igual color, charreteras blancas con medias lunas carmesíes y canelones mezclados de plata y carmesí, Solapas del mismo color con dos hileras de 7 botones blancos con un motivo desconocido, posiblemente las iniciales GR coronadas, vueltas azules con portezuelas carmesíes abrochadas con tres botones pequeños, forro, barras y vivos carmesíes, y carteras a la valona en los faldones de la casaca, donde van dos juegos de ojales de plata abotonados.


    Los pantalones eran carmesíes con una lista azul turquí en los costados que, para montar, era con sobrebota de cuero negro, borceguíes negros con espuelas plateadas y guantes blancos. El correaje para el sable y la bandolera eran blancos y con chapas doradas; en la primera rectangular, el escudo de España de seis cuarteles las letras G y R y la segunda, ovalada, solamente las letras coronadas GR; detrás un cartucherin negro con las armas reales.


    Para diario, el uniforme era similar: el chascàs sin plumero, una casquilla azul sin solapas en lugar de la casaca y pantalones anchos. Como prenda de abrigo se llevaba un capote de fuerte paño gris con esclavina y aletas, y para dentro del cuartel, una gorra de paño carmesí.


  • Armamento

    Los lanceros eran las tropas mejor armadas de la época: en primer lugar llevaban la lanza, a la que debían su nombre, un sable a la cintura y dos pistolas sobre el arzón de la silla de montar.


    Por lo que respecta a la lanza, existió la reglamentaria del modelo 1815, con hoja de dos filos con un cortabridas perpendicular y dimensiones de 235 milímetros de hoja y asta de 2.475 milímetros. Pero también había la que se ve en los dibujos de la época, quince años más tarde, que ya a perdido el cortabridas, que lo que se ha considerado mas correcto.


    El portalanza era de cuero y bandolera de dos picos con los colores rojo y blanco, que eran los de la bandera del ejercito desde 1525, por mitades.


    El sable es del modelo 1825, que para caballería ligera era curvo, con una longitud total de 1.040 milímetros, mientras que la espada del mismo modelo para la caballería de linea era recta.


    Las pistolas para caballería eran del modelo de 1822, de chispa, cañon liso, bala de a 17 en libra equivalente, aproximadamente, a 18 milímetros de calibre. 

Regencia de Maria Cristina de Borbon (1833-1840)

(Guardiamarina, 1837)

  • Uniforme

    El “Reglamento provisional aprobado por el rey N.Sr. para el establecimiento y gobierno de Colegio Real y Militar de los Caballeros Guardiamarinas” de 8 de octubre de 1825, en su articulo 97 regulaba el uniforme como sigue:


    “A su entrada y solo por una vez, se distribuían a los colegiales guardiamarinas un uniforme completo, que constará de las partes siguientes. Una casaca corta de paño azul fino, con solapa de lo mismo, vivo, cuello y vueltas de grana con su corte o portezuela de estas y botón de ancla dorada. Un chaleco del mismo paño azul. Dos chalecos blancos de lienzo o piqué. Un pantalón de paño azul. Otros dos blancos de lienzo. Un corbatín o pañuelo negro. Un par de borceguíes o medias botas. Un sombrero redondo con presilla y botín ancho dorados, y escarapela encarnada de cerdas. Un saber corto con puño de metal amarillo, el cual, siempre que salgan del colegio o estuvieren en facción, lo llevaran con un cinturón de cuero negro ceñido al cuerpo. Un casacón o sobretodo de paño azul, que solo se le entregara al tiempo de salir del Colegio para embarcarse.”


    En el articulo 98 se describen las armas: “Para ejercicios y guardias tendrá habilitado y pronto el armamento correspondiente de fiáis, bayoneta y cartuchera a la cintura, custodiándose todo con el debido esmero en pieza destinado a este objeto”.


    Aunque ya el artículo 96 nos habla hablado de él: “A la puerta del Colegio estará de guardia diariamente un brigadier con seis u ocho colegiales, vestidos de uniforme y armados de fusil corto con bayoneta, sy cartuchera y sable”.


    Nueve años después aparecieron los primeros distintivos para cada clase de alumno. Así por Real Orden de 10 de noviembre de 1834 se dispuso que “el guardiamarina de primera clase se distinguirá del de segunda, en que llevara          un galón en el cuello de la casaca, igual al de los uniformes de los oficiales”.


    Respecto a los uniformes, la Real Orden de 29 de noviembre de 1837 decía lo siguiente: “Casaca de paño azul, con forro del mismo color, cerrada por delante, con una fila de nueve botones de ancla y corona dorados, cuello y vueltas de grana con galón de oro, igual al de los oficiales del Cuerpo General de la Armada, cartera guarnecidas del propio galón y tres botones en cada una; dos anclas pequeñas bordadas de oro en el cuello y mayores en los picos de la casaca; una capota de oro sobre el hombro derecho, de las que nacen dos dos cordones  entrelazados de oro, que en las dos terceras partes de su extensión descansan en un botón del pecho; pantalón azul,  y blanco en verano; correntón negro; sombrero de tres picos, de galón de oro angosto con escarapela encarnada, y espada-sabe.


    “Los guardiamarinas de primera clase se distinguen de los de segunda colocándose aquellos una capota en el hombro izquierdo a mas de la que todos llevan en el derecho con cordones.


    “El uniforme para faenas de abordo se compone de gorra azul circular con visera, y sobre ella un ancla bordada, galón de oro en la circunferencia o entrada, carrillera charolada y dos botones de ancla donde parte de la misma en ambos loados: chaqueta azul lisa con dos hileras de a nueve botones de anclas pequeños y cuatro en las bocamangas, mas un ojal figurado en el cuello con galón estrecho de esterilla de oro: chaleco azul con nueve botones, iguales a los de la chaqueta, en una hilera del centro: pañuelo negro de seda para el cuello: pantalón azul o blanco, según la estación del clima; debiendo con el todo de este traje de mar presentarse el guardiamarina ya con caponas  y cordones, o ya con estos y capona según la clase.”


Regencia de Maria Cristina (1833-1840)

(Teniente coronel del cuerpo de Estado Mayor, 1838)

  • Uniforme

    El teniente coronel de la ilustración viste uniforme de gala para montar a caballo. En la cabeza lleva sombrero bicornio negro con galón estrecho al borde y en lo alto un amplio plumero color azul celeste, claramente identificativo. Este plumero solo se lleva para gala.


    La casaca blanca, corta por delante y con largos faldones por detrás. El cuello es negro, rodeado de todo un controlo por una secreta dorada que contiene el emblema fitoforme formado por dos hojas en la parte delantera y una amplia y vistosa flor hacia la parte posterior.


    El delantero derecho, con vivo negro, monta ligeramente sobre el izquierdo, lo que permite disponer dos hileras de diez botones cada una, que se agrupan de dos en dos dejando un espacio entre cada par. Las vueltas de las mangas se abrochan con un botón y son negras, con la misma serreta al bode y con los galones, dos en este caso, que definen a un teniente coronel, tres si fuese coronel.


    Cada faldón lleva un bolsillo vertical con dos botones y un vivo negro que sigue hasta el final. El forro que ademas se hace patente en las barras, eww negro como corresponde; en las barras están bordadas sendas mariposas. Completan el uniforme dos caponas que señalan la ausencia de las charreteras, una para cada hombro, son doradas con un sol de plata con veinte rayos y las iniciales EM en las lunetas. la casaca esta ceñida por la característica faja azul de casi 4 metros de largo y ancho real ligeramente superior a 5 centímetros, doblada en dos por la mitad para que las borlas queden al mismo costado, el derecho, al que se da un nudo amplio con dos caídas que siguen con las borlas y los canelones. Los botones son dorados y llevan el escudo de España reducido a los cuarteles de Castilla, León, Granada y Borbón, está rodeado por un cinturón y coronado de la real; completan el diseño las palabras “Estado Mayor”.


    Pos pantalones son azul turquí lisos. Los borceguíes llevan espolines clavados en los tacones. Ademas el sable, que citamos aparte, lleva un bastón de caña de indias con puño y contera de oro y cordones y bellotas de seda negra; su longitud es de unos 83,5 centímetros.


  • Armamento

    En este siglo, el armamento de los jefes y oficiales sin mando de armas se concretaba en una larga arma blanca que tenia un marcado carácter defensivo personal mas que realmente ofensivo de las que llevaban los de infantería y caballería, ya que la posibilidad de entrar en combate directamente con el enemigo era mucho mayor.


    Las espadas eran, y son, armas blancas de puño proyectadas para herir preferentemente de punta; por eso se llevan pie a tierra cuando el enemigo se presenta enfrente y a la misma altura. Su hoja es recta y esta provisto de dos filos; las de ceñí, o espadines, acabaron empleándose con el solo objeto de vestir el uniforme y como símbolo de autoridad, y se colgaban del cinturón por medio de un tahalí, su funda de cuero, aunque con contera metálica.


    Los sables estaban pensados para herir de filo y disponía de ellos para montar a caballo, cuando el enemigo estaba a menor altura que el jinete, y poder descargar el golpe de arriba abajo. Su característica es ser ligeramente curvos y tener un solo filo. Se colgaban del cinturón por medio de dos tirantes, más corto el sujeto al costado izquierdo y mas largo el que partía de la espalda; su funda metálica. Común a ambas armas el imprescindible fiador para no perder al arma de lamino, en especial estando a caballo. Este sable, del que solo conocemos su dibujo, creemos que tendrás una hoja recia, ligeramente curva hacia la punta, lomas cuadrados o redondeados en el primer tercio, filo en el resto en el exterior y lomo y filo en la pala en el interior, vaina de hierro y una vara de 83,5 milímetros, igual que el bastón.

Regencia de Maria Cristina de borbón (1833-1840)

(Soldado de artillería de la Guardia Real, 1839)

  • Uniforme

    La influencia de Francia en cuanto a la organización, táctica y moda militar fue muy acusada en muchos países europeos, incluidos España. A pesar de la influencia del aliado británico, y de forma paradójica, mientras se prohibida que las bandas militares interpretan marchas francesas, se promulgaban reglamentos claramente inspirados la moda del país vecino. Esta tendencia fue aún mayor tras la derrota definitiva de Napoleón en 1815. Las prendas mas características con que se equipo a la nueva guardia Real eran un reflejo de la moda de la restauración francesa: los morriones y gorros de pelo de la infantería, los cascos, los colbacs y corazas de las unidades montadas, los “chascas” o gorros a la polaca de los lanceros.


    Los componentes de la artillería de la guardia recibieron uno de los uniformes quizás mas vistosos de la historia del arma, caracterizado por colbacs de pelo negro, lujosas casacas con alamares dorados y profusión de escusones bordados en las mangas y los pantalones. Eran adornos que marcaban el signo de una cierta recuperación de la hacienda tres años de penurias.


    La prenda de cabeza del uniforme consistía en un colbac de piel de oso con un barboquejo de cuero negro, plumero blanco y pompón encarnado. En 1828 se sustituyó por un alto morrión cilíndrico, provisto de una chapa frontal con el emblema del cuerpo bajo las armas reales. Las carrilleras de este último eran de latón, y también se llevaba con largo plumero blanco en ocasiones de gala. La escarapela era encarnada bajo galón dorado.


    La casaca era corta de paño azul turquí con el cuello, las bocamangas, las vueltas y los vivos grana. En el cuello y las vueltas de los faldones llevaba bombas bordadas en amarillo. El pecho iba adornado con doble ojaladura de cordones dorados. En las mangas se llevaban escusones o entorchados dorados, y sobre los hombros, charreteras de pala metálica , puente y fleco de estambre encarnado.


    El pantalón era largo, de paño grana con franjas verticales doradas. Estaba provisto de de unas falsas botas de cuero cosidas sobre su parte inferior. Sobre los muslos llevaban bordados escusones “ a la sajona” de estambre dorado. Las forrajeras y cordones del gorro eran también de cordon dorado. Para montar se empleaban guantes de piel amarilla. El calzado eran borceguíes de cuero negro con espuelas metálicas.


    La topa llevaba una banderola de cuero blanco con una chapa ovalada de latón con las letras GR bajo corona real, y que sujetaba un cartucherin negro con las armas reales en latín. El sable se llevaba colgado de un ceñidor, también de por blanco, provisto de una chapa con una bomba troquelada y dos tirantes blancos.


  • Armamento

    El armamento utilizado por la artillería de la guardia consistía en tercerolas modelo 1823 o 1824 del calibre unificado de 18,3 mm, y sable, Este era modelo 1822, que se caracteriza por ser ligeramente curvo, con guarnición de aro y tres gavilanes de latón y empuñadura de madera forrada de piel y alambrada. La ola y la funda eran de metal bruñido, con dos abrazaderas y sus anillas para transporte.


    Las pistolas de arzón de los oficiales eran del modelo 1822, también de 18,3 mm de calibre. Todas las armas eran de llave de chispa a la francesa. En 1836 se dotó a toda la artillería montada y de montaña de un nuevo modelo de mosquetón, también con llaves de chispa.

Reinado de Isabel II (1840-1868)

(Sargento de caballería, 1859)

  • Uniforme

    En la cabeza llevan un casco de fierro de hechura a la romana con escudo dorado de las armas reales que, para gala, llevaba un llorón de cerdas y cadenilla también dorada. La casaca era azul turquí. abrochada con una hilera de siete botones plateados, con dos, carteras en la parte trasera de los faldones que se abrochan con tres botones cada una; el cuello, las bocamangas y los vivos, así como el llorón del casco y las tiras del pantalón, eran de color amarillo claro. En el cuello lleva el numero dos de metal blanco. Las divisas de las mangas, tres galones flancos de 2 centímetros de ancho cada uno, corresponden al empleo de cabo.


    El pantalón es grancé, con las tiras ya dichas, terminado con refuerzos de cuero negro; los borceguíes llevan las espuelas clavadas en el tacón, los guantes son blancos y el cinturón y los tirantes del sablee de cuero negro. El fiador del sable de color azul turquí y amarillo claro. De los botones existen datos precisos; se puede suponer que llevasen grabada una granada encendida. Para abrigo usaban un capote gris-celeste con cuello de color de la divisa.



  • Protección y Armamento

    Más un vistoso distintivo que un arma de defensa, la coraza esta formada por un peto de acero más gruesa que el espaldar. Ambas partes, que eran móviles, se unían por el costado derecho mediante unas charnelas, o bisagras, mientras que en el lado contrario abrochaban con dos hebillas y sus correspondientes correas; la sujeción se completaba con una correa que  rodeaba ambas piezas a la altura de la cintura con una hebilla que quedaba al frente.


    En el centro del peto aparece una arista vertical que facilitaba el resbalamiento de las armas enemigas; Peto y espaldar se unían también medio de unas hombreras articuladas metálicas que servían para que el peso de la coraza descansara principalmente sobre la cintura escapular. La parte inferior del peto y del respaldar se continuaba con unas fallidlas, delantera y trasera, para defender el vientre y la región lumbar. 


    El mayor problema de las corazas era que con el movimiento a los aires del caballo se podían producir dolorosos roces en el cuello, la cintura y el controlo de los brazos; esto procuraba evitarse disponiendo en esos sitios unos acolchados llamados “corbatas” que en este caso son encarnados. En ocasiones, aunque no ocurre en este caso, en el centro del peto y dorado a fuego se llevaba un gran escudo que proclamaba su identidad  por las insignias o iniciales que iban sobre rayos de un sol y bajo la corona real.


    Su principal arma ofensiva era el sable, en este caso del modelo 1840 para caballería, con una hoja ligeramente curva de lomo redondeado en el primer tercio y filo en el resto al exterior, lomo también redondeado en el  interior excepto en la punta, donde la pala forma un filo corto; vaceos muy ligeros y dos mesas desde el segundo tercio hasta el principio de la pala. La guarnición es de latón con guardamano de aros y tres gavilanes y monterilla corrida que termina en la virola. El puño es de madera forrada de piel y alambrado y la vaina es de acero con dos anillas.


    El revolver, que se lleva en la cartuchera de piel sobre la misma correa que ceñía la coraza, era el Lefaucheaux modelo 1858, de repetición, con seis recamaras, simple acción y cartucho metálico.

Reinado de Isabel II (1840-1868)

(Cabe 1º de Cazadores, 1859-1860)

  • Uniforme

    Dos piezas del uniforme aprobadas en 1858 harían característico el aspecto de las tropas expedicionarias durante la campaña africana: el poncho y morrión-ros. Fue la primera ocasión en la que el sufrido soldado décimonònico recibía unas prendas diseñadas para el campo de batalla.


    El poncho era de color pardo y estaba provisto de esclavina, para reforzar la protección que debía ofrecer bajo la lluvia. El morrión-ros, fue diseñado en la Dirección General de Infantería bajo el general Ros de Olano, de quien recibió la denominación. Este general era un popular  militar, poeta y dramaturgo, amigo de Espronceda. Fue un intento de proporcionar una prenda de cabeza más practica y ligera. Pero los soldados se quejaban de que era muy calurosa bajo el sol y molesto bajo la lluvia. Unos años mas tarde se perfecciono, reduciendo y modificando algo sus dimensiones, con las que ha llegado hasta nuestros días como prenda de ceremonia en algunas unidades del ejercito.


    El resto del uniforme estaba compuesto  por una levita de color azul oscuro, con cuello y solapas encarnadas y hombreras de almohadilla. Los cazadores llevaban sardinetas verdes en las bocamangas. Los pantalones eran de color azul cielo, para la infantería de linea, y rojo, para los cazadores. En En campaña se llevaban recogidos con polainas de color pardo abotonadas lateralmente. El soldado calzaba borceguíes o zapatos altos de cuero teñido de negro y en tiempo seco, alpargatas.


    Otras prendas del equipo de campaña eran un morral de lona, una mochila de cuero, un castillo de hojalata, una cantimplora de hojalata en infantería de linea y una bota de vino con funda azul en los cazadores. Para llevar la munición, se empleaba  un ceñidor negro con hebilla dorada. Del ceñidor colgaban una cartuchera alargada y una pistonera para las cápsulas de ignición de la carabina, ademas del tahali de la bayoneta. Otros componentes eran los guantes de lana de color gris verdoso y una cadenilla con limpiador y agujeta para la chimenea del arma.

  • Armamento

    El Batallón de Cazadores de Madrid había probado las carabinas modelo 1857, y posteriormente haría lo propio con la nueva uniformidad decretada para toda la infantería por Real Orden de 8 de julio de 1958, En 1959, en vísperas de la guerra de Africa, la infantería  acababa de ser dotada con los nuevos fusiles y carabinas. Estas armas habían incorporado los dos avances  mas notables de la década anterior: el rayado interno del cañon, que ofrecía mayor precisión y alcance, y el sistema de percusión, que proporcionaba mayor velocidad y seguridad en el disparo. Desde que se promulgó el reglamento de 1850 -modificado en 1855 y 1857-, la infantería atacaba en columnas de batallón escalonadas y precedidas por una o dos compañías de cazadores desplegadas en guerrillas.


    El ataque a la bayoneta, absolutamente impensable en un escenario europeo, fue frecuente y, sin duda, decisivo contra las tropas marroquíes. Se realizaba con el acompañamiento de músicas, el redoble de los tambores, y los agudos toques de trompetillas de los cazadores. El comandante del batallón, enarbolando la bandera, galopaba delante de sus soldados, que le seguían animados por sus oficiales al grito de ¡Adelante muchachos! Ellos respondían con ¡Viva la reina! y ¡Viva el comandante!

Reinado de Isabel II (1840-1868)

(Teniente coronel del Cuerpo de Estado Mayor, 1863)

  • Uniforme

    La ilustración corresponde a un teniente coronel del Cuerpo de Estado Mayor que en 1863 vestía de gala en la modalidad para montar a caballo. Se cubre la cabeza con un vistoso bicornio negro cuyas alas llevan un galón de oro flordelisado y una escarapela roja, que en aquella época era el color nacional. Dado que se trata de un uniforme compuesto para montar a caballo, lleva sobre la copa del sombrero un plumero de color azul celeste y en los dos costados se aprecian sendas cadenillas doradas para impedir que se pierda esa prenda con un golpe de viento; si  la figura fuera de pie a tierra no llevaría ni el plumero ni las candelillas.


    La casaca de color azul turquí, pero por todas partes -cuello, bocamangas, vivos, forros y barras- tiene apliques de color celeste. Sobre el cuello celeste lleva el emblema compuesto por una estrella de cinco puntas y un ramo de hojas de roble, todo en oro. Las hombreras son de tela, estrechas por el cuello y anchas por las manga, y llevan bordadas las iniciales entrelazadas de la reina Isabel II -YII- bajo la corona real. En el pecho tiene dos carreras de siete botones de oro que llevan el emblema del cuerpo y el letrero “Cuerpo de E. M. del Ejercito”; las vueltas de las mangas son de color azul celeste y llevan las divisas del empleo, dos galones de 12 milímetros de ancho cada una y dos estrellas de ocho puntas, todo en oro.


    Los pantalones son rectos, de color azul turquí con una tira dorada flordelisada a cada costado, y llevan trabillas por debajo de los borceguíes, en los que están clavados dos espolines de acero. La figura lleva las manos enguantadas en blanco por ser día de gala; para montar a caballo a diario, se utilizaban guantes de color avellana. En la cazoleta del sable esta atado al el fiador, que es de seda de color azul y tiene apliques dorados.


    La faja azul celeste, se anuda al costado derecho, lleva cabezuelas doradas y en ambas caídas una presilla formada por dos galones de su empleo.

  • Armamento

    La figura que presentamos solo lleva un arma, estrictamente personales este caso, y por estar dispuestos para montar acaballo, se trata del sablee corto para el Cuerpo de Estado Mayor, modelo 1861. La hoja es recta con lomos redondos, filo hasta la punta y seis mesas. Tiene vaceos ligeros y grabados. La empuñadura es de latón dorado, tiene aro con dos gavilanes que se unen a la cazoleta y, entre ellos, el emblema de cuerpo. El puño el de madera y esta forrado de piel y alambrado, y tiene monterilla corrida con pomo en forma de cabeza de león. La vaina es de hierro niquelado con dos abrazaderas con una anilla cada una. La longitud total de esa arma es de 965 milímetros; la hoja mide 835 milímetros y su anchura maxima alcanza lo 20 milímetros; es sable pesa 785 gramos y la vaina, 370 gramos.


    Para pie a tierra el arma que se utilizaba era una espada ceñida, más ligera, de hoja recta, con lomos redondos en su primer tercio y, él los restantes, filo hasta la punta con seis mesas. Tenia vaceos ligeros en el primer tercio, empuñadura de latón dorado con el escudo de España en el anverso y, en el reverso, estelas longitudinales y adornos en flores; el pomo era ovalado y en la cruz de gavilanes rectos con el emblema del Estado Mayor a cada lado. La vaina era de cuero negro con brocal y contera de latón dorado.

Reinado de Amadeo de Saboya (1871-1873)

(Comandante de Caballería, Cuba, 1870)

  • Uniforme

    Las guarniciones ultramarinas dispusieron siempre de prendas de vestuario especifas para el clima tropical. Estas prendas se confeccionaron durante muchos años en lienzo de color blanco. A mediados del siglo XIX, la eficacia de las nuevas armas de fuego y su influencia en el modo de combatir, aconsejó dotar al soldado de prendas con un color más surtido.


    En la isla de Cuba, en el año 1852, comenzaron a utilizarse para marchas y campaña prendas que tradicionalmente vestían los campesinos y esclavos para las faenas del campo. Se trataba de amplias blusas confeccionadas en tela de algodón azul “mil rayas” que se conocían con el término americano de “coleta rayada”.


    En 1859, los dos regimientos de caballería de Cuba recibieron un nuevo reglamento de uniformidad, que estuvo en vigor, con pocas modificaciones, durante casi 17 años. Según este reglamento, el uniforme de gala de los oficiales se componía de una levita azul turquí con cuellos y vivos. El pantalón era de dril azul con franja color grance. El chaleco era anteado con botones plateados y distribuidos a lo largo de una sola hilera. Con este uniforme se llevaba espadín de ceñir. En lo años setenta, la prenda de cabeza era el clásico ros, de color blanco y con chapa con el escudo nacional y una escarapela.


    El uniforme de gala de la tropa era igual, pero en lugar de levita vestía casaquilla de dril blanco con vueltas y cuello grance.


    Por lo que se refiere al uniforme de diario, tanto los oficiales como la tropa llevaban una levita corta de color crudo o blanquecino y las vueltas y el cuello de paño garce,


    En 1876 se adoptó para el uniforme de campaña una chaqueta larga de dril de algodón azul rayado con los botones ocultos por una cartera, una prenda que resultaba bastante práctica para el combate .

  • Armamento

    El armamento de caballería en Cuba era, sobre el papel el mismo que en la Península. Aunque en 1855 se había reglamentado el revólver Adams, y en 1858 el Lefaucheux, los oficiales adquirían revólveres procedentes de Estados Unidos, sobre todo de las marcas Remington y Colt, al no ser obligatorios ninguno modelo.


    En 1884 se recomendaba a los oficiales el Smith & Wesson reformado modelo Russian. Los revólveres se popularizaron mucho en la época, ya que fueron las primeras armas cortas que permitían la repetición, fundamental ante el tipo de combate de los conflictos coloniales o de insurrección, en que se precisaba un alto poder de detención del adversario y rapidez de tiro. En febrero de 1871 se declaró reglamentaria para caballería la nueva tercerola Remington.


    En cuanto a las armas blancas, hay que citar el espadín -o espada de ceñir- modelo 1851, que estuvo en servicio hasta principios del siglo XX, y utilizaba con los uniformes de gala y de diario a pie. En este periodo los sables reglamentarios eran los de modelo 1860 para caballería ligera, existiendo una versión para los oficiales y la tropa. Se diferenciaban en que el de la tropa era de mayor longitud -1.005 mm- que el de oficiales -975 mm- y en que estos últimos era algo más fino en todas sus partes, además de estar niquelado. Eran ligeramente curvos y su vaina tenía dos abrazaderas.

Reinado de Amadeo de Saboya (1871-1873)

(Cabo del escuadrón de Húsares de La Habana, 1870)

  • Uniforme

    El cabo de nuestra miniatura viste ros, filman y calzones; Calza guantes, polainas y espuelas, y completa su vestimenta con forrajear y bandolera con cartuchera y un mosquetón para colgar la tercerola. El ros que lleva es básicamente similar al morrión-ros establecido en 1862, que a su vez era parecido al de infantería. En el estado militar de 1863 se decía que era de fieltro blanco con Imperial, borde inferior y visera de charol negro; El galón superior, grana; la escarapela, de cuero pintado de rojo; la presilla, de seis cordones grana; el bombillo dorado y la fresa grana, que se sustituía por un pequeño penacho de pluma para gala. El escudete central es dorado y con la inscripción “H de la H” -Húsares de La Habana- bajo la corona real. Con respecto a esta, cabe decir que, si bien la reina estaba en el exilio, en Cuba el leal general Lersundi no quiso darse por enterado e incluso le preparó un trono, que todavía se conserva.


    El barboquejo que lleva alrededor del casco es de charol negro con cadenilla y tres mascarones dorados con forma de cabeza de leon. En la parte posterior del casco lleva una presilla grana para enganchar la forrajera, que desde hay caía hacia la espalda con el seno alrededor del cuello, pero que, como no estaba preparado para montar a caballo, pasa por debajo del brazo derecho y se sujeta al tercer botón del doman.


    El dolman es de tela fresca color garbanzo, y no con el rayadillo que acostumbran a usar las unidades de Cuba, con cuello y vueltas negros. Están solían terminar en pico, pero se han representado rectas por verse claramente así en la figura original de la época. Tiene tres hileras de seis botones amarillos con la forma de cabeza de turco con la inscripción “H de la H” coronadas, seis órdenes de cordones negros en el pecho y sendos escusones de trencilla de igual color en las mangas, de las que cabe resaltar que en esos años iban por encima de los galones grana de divisa. Las costuras de la espalda y los cantos de la prenda van cubiertos con trencilla negra; las hombreras de cordón negro.


    Los calzones son del mismo color con tiras estrechas negras en la costuras de los costados y, es de suponer, que los oficiales llevarán escusones a la húngara con las trencillas doradas de su empleo en los bolsillos del pantalón. Los guantes son blancos. Los borceguíes y las polainas son negras; también podrían usar botas de becerro negro con la pala de una pieza, sin botones, cintas ni adorno alguno, aunque llevaban una pestaña del mismo material en la parte superior del tacón como apoyo para las espuelas vaqueras de hierro. La banderola se compone de la cartuchera de charol negro con un cajón interior de lata, dos trozos de charol forrados dentro de paño grana con remate, pasador, hebilla y un óvalo con las iniciales del escuadrón. Los tirantes y él fiador del sable también son negros.

  • Armamento

    Dos son las armas que lleva este cabo: una de fuego y otra blanca. Colgada de la bandolera va la tercerola rayada modelo 1856, que tiene llave de percusión sobre pistón con cadeneta y guardacebo sujetos por un tornillo y un pasador fijo de uña. El cañón, con cuatro rayas internas, tiene alza de librillo y punto de mira. La caja, de nogal, tiene un hueco para alojamiento del cajón de los mecanismos. Esta arma no era la más moderna de la época, pero se ha utilizado ya que una unidad de voluntarios sin duda no estaría armada a la última. Es de calibre de a 24 (14,8 milímetros), mide 574 milímetros y pesa 2.550 gramos.


    El sable es el propio de la tropa de caballería ligera modelo 1840. Su hoja es ligeramente curva, con lomo redondo en el primer tercio y filo en el resto en el exterior, excepto en la punta donde tiene un filo corto. Tiene guarnición de latón con guardamano de aro y tres gavilanes y monterilla corrida que termina en la virola. La vaina de hierro tiene dos anillas. Mide 1.225 milímetros y pesa 1.215 gramos, 2.055 con la vaina. Aquí también había un arma más moderna, el sable para tropa de caballería ligera modelo 1860, que tenia la guarnición con cazoleta completa.

Guerras carlistas (1833-1876)

(Soldado del 1er Escuadrón de Caballería de Valencia, 1872)

  • Uniforme

    El uniforme representado es uno de los más clásicos y vistosos que utilizaron los carlista. La figura lleva una boina de color blanco que remata en una chapa de metal dorado. Junto con la boina se usaba una borla que aquí no aparece, ya que solo se utilizaba con el uniforme de gala. La prenda que cubre el tronco del soldado no es un dolman, sino una chaqueta adolmanada, que se diferenciaba de la primera en que era algo mas larga y menos sujeta en la cintura, por lo que resultaba más cómoda y facilitaba mucho más los movimientos. La chaqueta tiene el cuello y las vueltas de las mangas de color rojo y los cordones negros forman las hombreras y guarnecen el pecho con siete órdenes decrecientes que se abrochan con tres hileras de botones, lo que permitía llevarla cerrada o abierta plegando las solapas. Las trencillas de las mangas y de la espalda también son negras. Los pantalones rojos llevan en cada costado una tira amarilla de unos seis centímetros de ancho. En su parte baja están rematados con unos refuerzos de cuero que servían para que el roce de los estribos no desgastara y rompiera las perneras; en ocasiones, estos refuerzos subían hasta convertirse en entrepiernas y culeras. La figura calza borceguíes y las espuelas son de gallo recto con una estrella de hierro y una rodela de cobre en cada una para aguijonear vivamente al caballo, pero sin llegar a desgarrarlo. Con este tipo de espuelas es más difícil que el jinete se hiriera al echar pie a tierra para combatir. El pecho de la figura está cruzado por dos bandoleras, una de las cuales descansa sobre el hombro derecho y sirve para colgar una bolsa de cuero en la que guarda una muda y el rancho del día. La otra bandolera tiene una cartuchera para la munición y un mosquetón para sujetar la tercerola.



  • Armamento

    El armamento del Escuadrón de Valencia consistía en un sable ey tercerola. El sable era el modelo prusiano para tropa de caballería que reglamento para los isabelinos en noviembre de 1860 y que siguió en servicio hasta 1983. Este sable tenía la hoja ligeramente curva, con filo con ruido al exterior y lomo cuadrado que de nuevo formaba filo con la pala; los vaceos iban en ambas caras. La empuñadura era de madera forrada de cuero y alambrada para una mejor sujeción. La cazoleta era completa y se estrechaba para formar un guarda manos que se unía al pomo. La vaina era de hierro y tenía dos abrazaderas de anilla, aunque en ocasiones se suprimieron o solo se utilizaba la superior. La longitud total del sable era 1050 mm: la longitud de la hoja 860 mm, la longitud de la empuñadura 145 mm y la anchura de la hoja 32 mm. En cuanto a la tercerola, puesto que el Escuadrón Valencia no era una unidad gubernamental no se puede definir con precisión qué modelo utilizo. Es posible que fuese importada del extranjero o que hubiese obtenido de los ya desechados por los alfonsínos. En cualquier caso, los historiadores creen que se trata de un arma de una generación anterior a la de las que en esas fechas estaban en uso en el ejército regular. Por ejemplo la clase sola rayada de percusión modelo 1857-1859 para caballería utilizada tanto por el ejercito regular como por los carlistas. Estaba, tenía los metales pavoneados en negro, alza de librillo, guarniciones de hierro y disponía de baqueta con varilla y atracador. Su longitud era de 963 mm, pesaba 3.250 gramos y tenía un calibre de 14,8 mm.

Reinado de Alfonso XII (1874-1885) 

(Real cuerpo de Alabarderos 1875)

  • Uniforme

    La prenda del tango que se adoptó en esta ocasión fue una clase acabada de paño azul turquí con cuello, vueltos y uñas características son los dos cortos y redondos del color grana que llevan en su contorno un ancho galón de plata tapizado en flores de lis. El fondo de la casaca también y grana. Los faldones llevan un forro vuelto, sujeto ponla. Con un botón; en los ángulos que forman bol bol dados, en plata, un castillo en cada uno de los dos ángulos interiores y dos leones en los en los exteriores. En la parte superior de los faldones hay sendas cartera viveadas de rojo y galo-galo-nevadas  como quedó dicho.


    La botonadura, también la plata, la forman botones algo convexos con las iniciales R. G. A. Reales Guardia Alabarderos, bajo la corona real y el todo sobre un sol de doce rayos grandes y otros tantos pequeños. En cada lado de la casaca llevan siete botones grandes, dos marcando la cintura, tres simulando que abrochan las canteras y otros dos sujetando las puntas de las barras de la casaca; por último, el botón pequeño se sitúa por encima de las vueltas.


    Justo debajo de la casaca llevaban una chupa grana con carteras figuradas  y guarnecidas con un galón de plata estrecho, igual que los cantos de toda la prenda; esta prenda se veía realmente por debajo de la solapas redondas de la casaca. Por encima, del hombro derecho al costado izquierdo, llevaban una banderola grana con ancho galón de plata en los bordes, que terminaba en un tahali para la espada. Llevaban calzón blanco de punto con botines negros de tela hasta medio muslo. Los guantes eran blancos y los borceguíes, negros.  El sombrero era negro, de tres picos y puesto de frente con ancho galón de plata guarneciendo todos su bordes, escarapela rojigualda sujeta con un galón que abrocha con un botón, como los señalados, pegado en la parte frontal izquierda. Aunque no es propiamente uniformidad, es preciso mencionar que los alabarderos, ya de antiguo, dejaban sentir su espíritu de cuerpo dejándose unos grandes bigotes y perilla.

  • Armamento

    Su arma principal y protocolaria, como no podía ser de otra manera, edad y desde 1981 continúa siendo, uno alabarda, que se compone de tres partes; moharra, asta y regatón. La moharra es de punta ofensiva que, a su vez, se divide también en tres partes; la punta lanceolada con dibujos en bajorrelieve; el hacha o media luna, con un escudo de España de castillos, leones, granada y lises en su cara derecha y las palabras “ Artillería” y “Fabrica de Toledo”; en la cara derecha, solo el escudo. El hierro encorvado, tópico, está diametralmente opuesto a lacha, y sus cagadas aparecían las palabras "Año de 1875” y “Alfonso 12”; las que se fabricaban para el reinado siguiente tenía "Año de 1895”; y “Alfonso 13”, pero convivieron con las anteriores. El regatón es un refuerzo de hierro para la parte inferior del hasta que evitar su deterioro al rozarse con el suelo; también tiene la función protocolaria de sonar contra el suelo para anunciar la presencia del rey. El asta es una vara de madera oscura, cilíndrica y de unos 195 cm de longitud en la que se ajustan la moharra y el regatón. Las dimensiones de las alabardas, con la algunas ligeras tolerancias, eran, en milímetros: longitud máxima 2.285, diámetro 37, longitud de la hoja 265, anchura 34, longitud y anchura de la vela 240 y 195, longitud del pico corvo 340.


    Su segunda arma, para empleo a más corta distancia, era una espada, modelo 1875, de hoja recta con doble lomo redondo. La empuñadura era de hierro niquelado con cazoleta cerrada con el anagrama AXII o AXIII, pomo ovalado con tres flores de lis y cruz de gavilanes rectos. En vez de alabarda, y para instrucción y otro tipo de actos, también se armaban con lo fusiles Remington modelo 1871 y, a partir de 1893, el Mauser de repetición.

Reinado de Alfonso XII (1874-1885) 

(Mariscal de campo, 1882)

  • Uniforme

    Durante el reinado de Isabel II, y según el Real decreto del del 30 de mayo de 1840, se estableció el uso del charreteras doradas por vez primera para los generales, aunque sea suprimieron en 1849. Se continuaron usando los bastones de mando y unos sables con cachas del alfil, modelo 1840. Los fajines pasaron a tener largas borlas doradas rematando la lazada.


    En 1860 se autorizó el uso del fajín sobre el uniforme de paisano; era una faja sin lazada ni caídas. Los uniformes fueron simplificándose y se introdujeron nuevas prendas, como los levitas. Pero los colores, las divisas y los adornos siguieron siendo los tradicionales, predominando siempre el color azul turquí y los bordados dorados. El bastón y la espada continuaron siendo accesorios característicos del generalato, y hacia la década de los cuarenta del siglo XIX comenzaron a grabarse en los botones sobre las mantillas de los caballos. Ya en el siglo siguiente pasaron a constituir las divisas las bocamangas que han llegado hasta nuestros días. Los bicornios de tamaño más reducido, continuaron en uso con el uniforme de gala hasta 1881.


    El reglamento de uniformidad para el Estado Mayor General se publicó en 1881. Seguían existiendo las modalidades de gala, media gala y diario. La  levita, que había sido introducida años atrás, continuó siendo de color azul Turqui, con el cuello, las bocamangas y los vivos color grana para gala. También se incorporaban para esta modalidad de uniforme unas charreteras doradas. La levita de diario era enteramente de color azul. Los pantalones eran de tres clases: calzón blanco con botas altas para gala a caballo y pantalón azul turquí con franja dorada para la gala a pie. Para diario se llevaban pantalón de color grancé con doble franja azul turquí, con botas o zapatos, según se fuera a caballo o a pie. En 1884 comenzó vestirse la guerrea una prenda mas moderna y funcional que la levita, más corta y ajustada al cuerpo. La introducción, se acuerda con la moda en boga en la época en muchos países, y un casco de fieltro negro con escudo nacional, punta y barboquejo dorado constituyó una novedad. Se llevaba con plumero blanco para la gala. Para el resto de ocasiones yo seguía utilizando el ros, y poco después se introdujo la gorra “teresiana” para el uniforme del cuartel.


    Las divisas del los mariscales de campo continuado siendo una fila de entorchados bajo galón de oro, en en la bocamangas; una fila del entorchados en la parte inferior del ros, así como en el centro del fajín y en las borlas de la faja carmesí. Los jefes  que había mandado cuerpos (regimientos) podían usar los uniformes específicos correspondientes a estos, llevando en las bocamangas además de las divisas del general, tres galones dorados o plateados cómo los cordones. 


    En 1889 se variaron ligeramente los empleos y la denominación del mariscal de campo y se sustituyó por las de general de división. Los botones eran dorados, planos para levita de gala y conversos en el resto, con bastón y espada cruzados bajo una real y rodeados de hojas de laurel. Él “sable para oficial general”, modelo 1840, curvo con cachas de marfil, continuo en uso hasta que fue sustituido 1908por otro similar de hoja recta.

Reinado de Alfonso XII (1874-1885)

(Coronel del Regimiento de Dragones de Santiago, 1885)

  • Uniforme

    El Coronel del Regimiento de Dragones de Santiago que aparece en la ilustración lleva un casco de hierro de hechura  a la romana, con filete, carrillera de cadenillas, faja del portallorón y capacete de alpaca de metal blanco. En el escudo de una pieza se aprecia el número del regimiento, un nueve. El portallorón tiene 15 cm de altura y dos respiraderos debajo de la bombilla.


    Con el uniforme de gala, este casco se completaba con un llorón de plumas blancas, que por delante llegaba hasta la parte superior del escudo y por detrás, hasta el nacimiento de la cogotera.


    La guerrera es de paño azul celeste con do hileras de siete botones planos y plateados. Estos últimos llevan grabados dos lanza y dos sables. El cuello de la guerrera  también lleva el numero del regimiento y esta guarnecido con una doble trencilla de esterilla de plata -blanca para la tropas- de 15 milímetros de anchura. En los puños lleva tres galones de cinco hilos de plata y, bajo estos tres estrellas de ocho puntas y 30 milímetros de diámetro bordada con canutillo mate de plata. Las hombreras están formadas por cuatro cordones lisos de plata de 5 milímetros de diámetro y con forma de presilla que se abrochan con un botón. En la parte posterior de la guerrera lleva dos carteras sin vivos y con dos botones cada una.


    El pantalón es recto, de color gracé con una tira azul celeste en cada lado y trabillas por debajo del calzado. Los borceguíes negros llevan espolines de plata. Este uniforme se completa con guantes grises y bastón de mando. Este último acredita que el coronel está al mando de un regimiento.

  • Armamento

    Los lenceros y lo dragones de diferenciaban por su armamento y, por consiguiente, por su instrucción y empleo táctico. Los lanceros estaban armados con lanza, tercerola Remington modelo 1871 y sable semirrecto modelo 1880. Por lo que respecta a los dragones, también usaban sables y se les prometió que recibirán carabinas, aunque no pudieron usarlas hasta que se fabrico el modelo 1889, especifico para ellos.


    La tercerola, arma larga pero de tamaño reducido, cargaba manualmente cartucho a cartucho. La cabina para dragones, arma de menor tamaño y peso que el fusil, tenia mas potencia y alcance que la tercerola. Se llevaba en un tubo de 25 centímetros y un francalete enganchado a la cincha y el fuste  delantero de la silla con una anilla para el portamosqueton.

    El sable modelo 1880 fue, en realidad , una variante mejorada del modelo 1860, también llamado prusiano, de menos peso y con una empuñadura de acero sin variar el centro de gravedad. Él fiador para gala era celeste y plata entretejido, mientras que para diario se usaba uno de cuero negro.


    Para montar, los jefes y oficiales de caballería llevaban el sable propio de su empleo,  modelo 1878, con guardarano de cazoleta cerrada simétrica con sus bordes y los de la monterilla adornados con flores de lis y con las armas de España grabadas en el arranque del aro.


    Para paseo tenían la espada de ceñir modelo 1851, de hoja recta con pomo de gavilanes rectos y vaina de cuero con remates de alpaca.


    El revolver, de adquisición personal, podia ser el Smith & Wesson, calibre 11 milímetros, modelo 1884.

Regencia de Maria Cristina (1885-1902)

(Conductor de caro, Cuerpo de Ingenieros, 1886)

  • Uniforme

    El cabo viste ros de fieltro blanco de diez centímetros de altura anterior, y nueve posterior. El imperial, la franja interior, la visera y el barboquejo son de charol negro. En la parte anterior, y tocando el cordon de pelo de cabra encarnado que rodea al imperial, esta cosida una escarapela de los colores nacionales de cinco centímetros de diámetro  y , sobre ella enganchada en una presilla que figura sujetar la escarapela, va una chapa de metal de color blanco compuesta por la corona real y por un escudo con el castillo rodeado de una rama de encina y otra de laurel que descansa sobre el arranque de la visera. La funda eww de hilo de color blanco con cogotera para verano y de hule negro para el invierno y dejas de lluvia; en todo caso y por ser plaza montada, una forrajear de estambre de color grana.


    La guerrera es de paño gris celeste, de color tina, con una hilera de siete botones, hombreras de cordón de estambre encarnado, cuello grana con castillos de metal blanco, y lleva un bolsillo a cada lado del pecho y bocamangas sin botón. En ambas mangas los dos galones de estambre grana, de 13 milímetros de anchura intercalados, por 2 milímetros de negro, señalan su empleo. El ceñidor es de ante blanco y mide 5 centímetros de altura; lleva una chapa de metal blanco con el castillo sobre dos alabardas cruzadas.


    El pantalón es decoro azul tina y lleva una franja grana partida en 2 centímetros. Las polainas son de paño negro y cada una tiene ocho botones  de metal blanco. El chaleco de abrigo es de lana de color café o grana y la camisa, de algodón blanco. Los borceguíes son de becerro negro con suela claveteada. Los guantes eran blancos para la gala y de estambre azul gris para el invierno. Las espuelas son de hierro. El capote es de paño gris celeste, con cuello grana con castillos de metal blanco, y lleva dos hileras de siete botones cada una y hombreras de almohadilla de color grana.


    Los conductores tronquistas de guías, es decir de la primera pareja pareja de mulas, como es el caso de este cabo que es el jefe de equipo, y de cuartas, es decir, de la segunda pareja, llevaban la pierna derecha protegida con un guardapierna de chapa de hierro montado sobre cuero negro o avellana, que se sujetaba con dos correas y dos trabillas. Los que iban “en varas”, es decir los que conducían la pareja directamente enganchada al o al carro y que estaban más expuestos agolpes, llevaban un guardapierna mayor, sujeto por cuatro correas y cuatro trabillas. En la parte derecha, todos llevaban un látigo de correa fuerte con mango de madera; imprescindible para avivar a la mula del costado derecho.

  • Armamento

    El reglamento era determinante. Los conductores habían de llevarlas mismas prendas que el resto de la tropa, a excepción del armamento, la munición y las cartucheras, que solamente recibían al salir a campaña. Eso es lógico, ya que ir montados sobre las mulas de tiro y tener que conducir una pareja de semovientes, llevar un mosquetón terciado a la espalda era excesivamente molesto.


    Poe ello, en tiempo de paz ta solo llevaban como armamento un machete modelo 1881 colgado del cinturón. Este machete no era para armar sobre ningún fusil o mosquetón, sino para manejar directamente con el puño. Tenia una hoja de doble curvatura, con bigotera, filo corrió en el exterior y lomo redondo en los dos primeros tercios t filo en el ultimo. La empuñadura estaba constituida por una cruz de gavilanes rectos con los extremos redondeados y vueltos en sentidos opuestos. La vaina era de cuero negro con brocal y contera de hierro. Su longitud total ers de 729 milímetros y sí peso, de unos 800 gramos.

Reinado de Isabel II (1840-1868)

(Marinero de la fragata Numancia, 1866)

  • Uniforme

    Una real orden de fecha 22 de septiembre de 1844 estableció el uniforme de los marineros en dos modalidades: de tiempo cálido o frio.


    La primera categoría, para faenas de abordo, marcaban camiseta o camisa de cuello vuelto grande, y un pantalón ancho, “de lienzo Mallorca” listado de azul y blanco. Para tiempo frio, se llevaba sobre estas prendas un chaquetón pardo con cuello alto provisto de orejetas para abrocharlo, que tenia dos hileras de botones de ballena (hueso).


    El uniforme de gala estaba formado por un chaquetón azul turquí con dos hileras de botones de hueso blanco, que a mediados de siglo pasarían a ser de metal dorado. Debajo se lleva una camisa blanca con bocamangas azules y cuello vuelto grande azul, bajo el cual se llevaba el clásico pañuelo marinero de seda negra. El pantalón era de color azul turquí o blanco, según el clima. A mediados del siglo se introdujo también  un chaquetón blanco de lana, para el uniforme de gala en verano.


    La categórica de media gala y de verano se componían de las mismas prendas, y consistían en una camisa de lana azul turquí con cuello amplio y un pantalón del mismo color.


    Los cabos de mar se distinguían por llevar dos galones de lana encarnada en las mangas, mientras que los marineros preferentes llevaban solo uno.


    La influencia de la nación francesa en la moda militar de la época se reflejaba en el uso como prenda de cabeza de un sombreo tipo canotier, confeccionado en paja, que llevaba una cinta engrane la que se leía el nombre del buque de pertenencia rotulado en letras doradas. Para tiempo lluvioso, este sombrero se cubría con una funda de hule negro. Poco tiempo después, el gorro paso a confeccionarse en cuero, y se introdujo también, para diario y faenas a bordo, un gorro redondo de lana sin visera, antecedente del actual “lepanto”, que posteriormente se popularizo como prenda única de cabeza, por Der mucho mas practica para las duras condiciones del servicio en cubierta.


    Todas estas prendas conocieron algunas variaciones durante la segunda mitad del siglo y se utilizaban combinaciones diferentes según las necesidades del trabajo a bordo y la latitud donde se desarrollaba el cabotaje.

  • Armamento

    A pesar de que los usos de la guerra naval iban cambiando con el desarrollo y perfeccionamiento de la artillería, que hacia que las acciones de abordaje se dieran en muy raras ocasiones, los marineros seguían portando, al ordenarse el zafarrancho de combate, sus armas blancas clásicas: cuchillos y hachas. También utilizaban los sables de abordaje fabricados para la marina, en Toledo, en 1859.


    Como armas de fuego, en la época del combate  del Callao se encontraban en servicio las carabinas modelo 1857 para la infantería de marina, así como los fusiles modelo 1859. En ambos casos se trataba de armas rayadas y de percusión. En caso necesarios podían ser provistas de bayoneta, como la del modelo 1858 para la infantería de Marin a o la del modelo 1864 para la marina.


    Para transportar las cápsulas de ignición y la munición de los fusiles, así com las armas blancas, se utilizaban correajes y cartucheras, o bien cinturones canana, todos ellos realizados en cuero de color negro y similares a los utilizados por la infantería de marina, pero desprovistos de emblemas.


Regencia de María Cristina (1885-1902)

(Soldado de infantería, gastador, 1886)

  • Uniforme

    En 1886 se aprobaron unas nuevas normas sobre uniformidad que pretendían acabar con la confusa situación normal normativa heredada del periodo Carlista y la segunda de Cuba. El reglamento de uniformidad fue aprobado por real decreto del 18 de agosto de ese año. El aspecto del infante no variaría mucho hasta entrando el siglo siguiente, componiéndose de ROS, guerrera de paño azul gris celeste, pantalón color tracé con doble franja azul tina, capote azul con siete botones -que cambiaria a gris de 1909a 1911- y polainas negras. El cuello era abierto y de color grana, con los números del regimiento a ambos lados en metal dorado. Los capotes y guerreas disponían de hombreras con almohadillas en azul con vivos color grana.


    Los regimientos de linea y los batallones de cazadores siempre se diferenciaron por el colorido y las almohadillas en las hombreras, las franjas del pantalón, el cuello y las bocamangas, graneé y verde esmeralda, respectivamente. Para proteger el ros, se utilizaban fundas de hule negro, en invierno, o de lienzo blanco en verano. Esta ultima se llevaba con cogotera de lienzo solo para marchas o ejercicios con armas.


    Las modificaciones mas apetecibles de años posteriores serian la altura de los cuellos de guerreras y capotes, que pasarían de ser de unos 6 cm en este reglamento, a confeccionarse de mayores dimensiones a principios del siglo XX. Así mismo, el color de los pantalones se cambio a azul a partir de 1901. También se modifico el tradicional gorro de cuartel, desapareciendo el isabelino con borla que había estado atentos años en servicio y ase sustituyo por otro cilíndrico con franjas de color grana.


    El correaje establecido en 1886 se componía de dos trinchas, un ceñidor con chapa de latón que llevaba escrito el numero del regimiento, sos cartucheras para do paquetes de municiones -en el lado izquierdo y atrás-  y un estuche en el lado derecho para llevar veinte cartuchos sueltos. Unos años mas tarde se cambio la bolsa cartuchera frontal derecha por otra del mismo tamaño que la del lado izquierdo, así como el tamaño del tahalí por una orden fechada el 8 de julio de 1895. El motivo de esta mediada fue la situación del fusil Remington por el Mauser, que utilizaba munición de diferente tamaño. Los soldados de gastadores  llevaban ademas unas correas especiales para transportar las herramientas  a la espalda, así como el ancho machete modelo 1843 que estuvo en servicio hasta finales de siglo y que se colgaba del ceñidor junto a la bayoneta del Remington. En  el brazo izquierdo lucían un distintivo compuesto por un pico, una pala y una hacha cruzados.


    Otras prendas características de este reglamento eran la mochila morral con tapa de cuero, que debía llevarse siempre que se formase con armas, la olla fiambre que se colgaba de la tapa de la mochila y la bota de vino con funda de lienzo  oscuro.


    Poe esta época comenzó a distribuirse a cada soldado, y así lo recoge el reglamento, un pañuelo de cuello que llevaba estampado el despeine del fusil, reglas para el tiro y su limpieza.

  • Armamento

    En cuanto al arma el infante de linea, desde febrero de 1871era el fusil modelo 1871 sistema Remington, construido en la fabrica de Oviedo, que estaría en servicio hasta 1895.

Regencia de María Cristina (1885-1902)

(Oficial de artillería. Filipinas, 1887-1898)

  • Uniforme

    Morriones y casaquillas fueron también en Filipinas prendas características, hasta que entre 1869 y 1861 se generalizo el uso de blusas largas de cotonia teñidas de azul turquí, que eran blancas para gala, sobre todo para los soldados indigenas. Con estas prendas se combatió en la campaña de Cochinchina (1859-62). En 1861 se ordeno que los reclutas enviados a Filipinas, como el resto de los de ultramar, llevaran entre su vestuario “dos blusas de coleta, hilo rayado de azul y blanco” (lo que se popularizó con el nombre de rayadillo). También se entregaba a los reclutas “cuatro pantalones de guingón o de lienzo color aplomado”. 


    Las levitas de cotonia teñidas de azul se demostraron poco practicas, pues se desteñían con el sudor, y se paso al uso generalizado de las blusas de rayadillo hacia mediados de los años 70.


    El reglamento de 1871 estableció una levita blanca para gala y diario. Con cuello, hombreras y bocamangas encarnadas. El pantalón era también blanco con una franja encarnada. Para campaña se llevaban blusas de rayadillo. Como prenda de cabeza se establecía el capote o salacot con una funda blanca para oficiales y negro para tropa, cuyo uso era general en campaña desde la década de los cesen ta. En 1878 se abolió el uso de las levitas blancas, cambiando por unas de lanilla azul. En el reglamento de 1887 se recupero el uso de las prendas blancas, aunque ahora no con hechura de levita, sino la nueva guerrera mas corta. Tenia dos botones con cartera en el pecho y cuello, y bocamangas para gala. El pantalón en artillería debía tener doble franja encarnada para diario y liso para gala. Se introdujo un nuevo modelo de capote para oficiales, mas estilizado, con punta, carrilleras y chapa metálicas. Los artilleros llevaban al frente un escudo metálico, compuesto por dos cañones cruzados sobre un haz de rayos, y debajo una bomba de 15mm de diámetro, en la parte superior, corona real y escarapela con los colores nacionales. Se cubría con una funda de dril negro para la lluvia, con el numero o las iniciales del cuerpo pintados al frente. La artillería usaba forrajeras, encarnadas la tropa y doradas los oficiales.


    En 1897 se suprimieron para la artillería las bocamangas y los cuellos encarnados, y el cuello paso de ser alto  a ser “a la marinera” o abierto. Las hombreras errando cordón de oro o encarnadas para la tropa. Para diario y campaña debía usarse exclusivamente el rayadillo. También se introdujo el uso de gorras de plato blancas con visera negra, para diario y cuartel. Estas disposiciones estuvieran sujetas en su cumplimiento a las circunstancias de los suministros  y a los caprichos individuales de los jefes y oficiales, que no siempre cumplían el reglamento como puede se comprueba en los retratos y fotografías de la época.


    Para campaña se estableció como reglamento el sombrero, de paja por ser más cómodo que el salacot. Los oficiales llevaban en las prendas de cabeza cintas para indicar el empleo efectivo, mientras que en las mangas se indicaba el grado mediante el sistema de galones y estrellas. El sable de artillería era el modelo 1862 que, con una ligera modificación en 1891, estaría en servicio hasta 1902.

Regencia de María Cristina (1885-1902)

(Soldado de infantería, guerra de Cuba, 1895)

  • Uniforme

    Ademas del “rayadillo” el uniforme de campaña constaba de otra prendas y efectos. El sombrero de jipijapa estaba teñido con tiras finas, flexibles y tenaces sacadas de las hojas de bombonas, y llevaba una cinta de hule y una escarapela para la tropa y abrochada con un botón.


    En los pies calzaban borceguíes o alpargatas. El correaje estaba compuesto por un ceñido de cuero, con una chapa con el numero del regimiento o el emblema del cuerpo, dos cartucheras anteriores pequeñas para meter varios peines de 5 cartuchos y una mayor posterior para un paquete de munición, tahalí y tirantes. El equipo también constaba de una bota de vino de cuero, una marmita y un jarrillo metálicos, una mochila para la muda, un paquete de cura individual y unas correas para sujetar el par de calzado que no se estuviese utilizando. Una manta se colgaba en bandolera.

  • Armamento

    El arma de fuego más característica de la época fue el fusil Mauser español modelo1893, de repetición, con capacidad para un cartucho en la recámara y cinco más en el deposito. Se podían realizar varios disparos sucesivos con una sola carga del deposito, según se accionaba manualmente el cerrojo -cierre por traslación horizontal- para cada disparo, pero sin necesidad de desencarar el arma.


    Este fusil estaba compuesto por un cañón con tres cuerpos escalonados que se unían a rosca con el cajón de los mecanismos por el que se desliza el cerrojo hacia atrás extrayendo y expulsando la vaina del cartucho anterior. El cerrojo en su marcha hacia adelante, empuja un cartucho hasta la recamara y la aseguraba con un giro de 90º. Al accionar la cola del disparador, el percutor incidía en el fulminante del cartucho y se producía el disparo. Se usaba pólvora sin humo, una ventaja sobre los estadounidenses, que se delataban el hacer fuego- el calibre del arma esta de 7 mm, su longitud 1,235mm, su peso 4,355g, su alcance máximo 2,000 m o eficaz 200 m. Se completaba con un cuchilla-bayoneta de hoja recta, filo corrido en el exterior y lomo cuadrado en el interior con un vacío a cada lado. Su cruz tenia un ojo para introducir el cañón por el y una espiga con ranura, botón y muelle para asegurarlo a la caja del fusil. Longitud 376 m y peso 450 g.


    A pesar de existir una latente amenaza de guerra, el ejercito todavía llevaba en 1884 fusiles Remington, modelo 1871/89, de lento cierre por rotación retrógrada y de avancarga sucesiva, que obligada a desencarar después de cada disparo y a descubrirse para cargar. En España se había estudiado durante nueve años el sistema Mauser; cuando en 1886 las primeras armas a la tropa en Cuba, los combates ya eran mas generalizados y, al no haber recibido instrucción previa, hubo unidades que debieron combatir con el cuchillo-bayoneta contra un enemigo que hacia fuego.


    El arma de fuego de jefe y oficiales era el revólver Smith & Wesson del modelo 1884 con capacidad para seis cartuchos y como arma blanca el sable modelo 1887.


    No obstante, el arma mas característica del ejercito de Cuba fue el machete modelo 1881 que al principio fue propio de los gastadores por su mayor longitud, 781mm, pero que demostró Der muy apropiado para su uso en la manigua y para enfrentarse contra los mambises que también llevaban machetes largos; sus magníficos resultados en la campaña hicieron que en 1891 se extendiese a la infantería de Cuba aunque con alguna pequeña modificación.

Regencia de María Cristina (1885-1902)

(Segundo teniente de infantería, Puerto Rico, 1895)

  • Uniforme

    Al igual que en Cuba, la guarnición de Puerto Rico, isla con el clima tropical característico de aquellas latitudes, impuso una serie variaciones y peculiaridades en la uniformidad que daba a sus tropas un aspecto muy diferente al resto del ejercito metropolitano.


    Durante el siglo XX las tropas enviadas desde la península llegaron provistas de dos tipos de uniformes en los que predominaba el color azul turquí. El de gala era confeccionado con paño de lana, mientras que para diario, servicios y campaña se utilizaban levitas o blusas de algodón del mismo color. Hacia 1852 se doto a los reclutas que se enviaban a ultramar con prendas de tela azul rayada, para igualarlos a los veteranos que venían utilizándolas. Las prendas de gala pasaron a ser de dril blanco. El mismo reglamento de uniformidad estaba en vigor en ambas islas antillanas.


    El aspecto de aquellos soldados vestidos con esta clase de prendas no agradaba a las autoridades militares y en noviembre de 1862 se reglamento de nuevo el uso de prendas de color azul turquí tanto para gala como para diario. Pero las guarniciones de Cuba y Puerto Rico se hallaban casi por entero en las campañas de México y Santo Domingo, y pronto se generalizo la llamada blusa o “saco-gabán” realizada en algodón listado azul y blanco, fácil de confeccionar, ya que era el tipo de tejido que usaban los campesinos y esclavos de Cuba. Ademas, eran de un color más sufrido y mas sencillo de lavar.


    Al iniciarse la guerra de los diez años en Cuba (1868) se enviaron muchas unidades de voluntarios desde la península, que costearon sus uniformas, en su mayoría de lienzo de color blanco o marfil. El resto de las tropas visito uniformes de otros colores, o bien de azul turquí o azul rayado, dándose una completa falta de uniformidad.


    Para regula ña situación, en 1876 se declaro un nuevo reglamento que abolió todas las prendas existentes y estableció definitivamente el uso de las prendas de rayadillo. Este tipo de uniforme se mantuvo como único para los soldados de Cuba y Puerto Rico hasta el final de la presencia del ejercito español en America.


    La unidades de cazadores de Puerto Rico llevaron cuellos y bocamangas verdes sobrepuestas sobre las guerreras de este tipo de tela para diario. Las prendas de cabeza eran sombreros, confeccionados en jipijapa para diario y en carey para campaña, y gorra teresiana para ,os oficiales. En junio de 1894 se adopto un capacete o salacot que, según el reglamento, debía ser de tipo usado “por los británicos en la India y Africa”. Era de color gris claro y estaba fabricado en corcho con exterior en tela de dril. En campaña se desmontaba la chapa con el escudo nacional que se llevaba al frente de la escarapela.


    Las prendas de gala de los oficiales eran las mismas que en la península: para los de infantería, levitas de color azul turquí y pantalón graneé con franjas azules. La guerrera para oficiales de infantería y cazadores, aprobada en 1886 y en uso hasta 1897, estaba provista de una peculiar peculiar cordonadura negra, dorada para la gala. El revolver recomendado para oficiales en 1884 fue el Smith & Wesson reformado, fabricado por Orbea.  


Reinado de Alfonso XIII (1902-1931)

(Cazador de Infantería, 1902)

  • Uniforme

    La miniatura representa a un comandante de caballería que lleva el uniforme propio de los jefes del regimiento, por eso se cubre con una prenda de cabeza especial, el colbac, de piel negra con una manga roja viveada de dorado y rematado con un plumero blanco. Bajo éste lleva el escudo que distingue a su regimiento. El colbac se sujeta por debajo del mentón con una cadenilla y en la parte posterior tiene un cordón dorado, llamado forrajera, que sirve para evitar que, montado a caballo, se pueda perder en caso de que se le caiga.

    La prenda de tronco es un dolmán rojo con cuello y vueltas celestes, galoneado y con 11 cordonaduras doradas abrochadas con botones dorados. Se ciñe la cintura con una faja fabricada con un largo cordón trenzado azul con muletillas y bellotas doradas.



    Para abrigo lleva una pelliza azul con cuello y puños de astracán negro viveados en dorado, y al frente 17 órdenes de cordones dorados para embotar el filo de los sables enemigos. Esta prenda puede vestirse metiendo los brazos por las mangas y abrochándola al colocarse terciada sobre el hombro izquierdo.


    Los calzones son de color azul celeste con dos listas doradas a cada lado que tienen un ancho total de seis centímetros; el húsar calza botas altas enterizas rematadas al frente con una borla dorada que se completan con un par de espuelas de acero bruñido.  De la parte izquierda de la cintura y de un ceñidor, que no se ve por ir debajo del doman, cuelga una cartera portapliegos con una chapa con el anagrama "HDP". Calza las manos con guantes blancos; el sable cuelga del costado izquierdo, en su empuñadura se encuentra el fiador, que está sujeto a la muñeca derecha y que es de gran utilidad ya que sirve para que no pierda el sable si tuviera que soltarlo de la mano.

  • Armamento

    Al matarse de un comandante y, a su vez, de un oficial, su arma personal es un sable; también podía llevar un revólver o una pistola sobre el arzón de la silla de montar. Los sables son armas que tienen una larga vida útil ya que no se desgastan por el uso y siempre aceptan sucesivos afilados. Esta figura está armada con el sable para oficial de caballería modelo 1878 que se adoptó por una Real Orden de 13 de marzo del año citado y que sigue la pauta del sable prusiano de 1860. La tropa disponía del sable único para todas las tropas montadas que se aprobó en 1895.


    La hoja del sable es ligeramente curva con filo corrido en el exterior y lomo redondo en el interior hasta el último tercio. La empuñadura es de cazoleta cerrada y asimétrica que se prolonga con el guardamanos en cuyo extremo superior existe un ojal alargado para enhebrar el fiador. Sus bordes están adornados con una cenefa de flores de lis, llevando en la parte anterior el escudo de España.


    El puño es de anagrama madera, cubierto de lija y alambrado y la monterilla es corrida con orejetas y pasador. La vaina es de hierro,

    inicialmente tenía dos abrazaderas con una anilla cada una pero en 1888 se le suprimió la abrazadera inferior y se le agregó otra anilla a la superior. Estos sables pesaban 789 gramos y tenían una longitud total de 980 milímetros: 840 milímetros de hoja y 140 milímetros de empuñadura.

Reinado de Alfonso XIII (1902-1931)

(Húsares de Pavía, 1902)

  • Uniforme

    La miniatura representa a un comandante de caballería que lleva el uniforme propio de los jefes del regimiento, por eso se cubre con una prenda de cabeza especial, el colbac, de piel negra con una manga roja viveada de dorado y rematado con un plumero blanco. Bajo éste lleva el escudo que distingue a su regimiento. El colbac se sujeta por debajo del mentón con una cadenilla y en la parte posterior tiene un cordón dorado, llamado forrajera, que sirve para evitar que, montado a caballo, se pueda perder en caso de que se le caiga.

    La prenda de tronco es un dolmán rojo con cuello y vueltas celestes, galoneado y con 11 cordonaduras doradas abrochadas con botones dorados. Se ciñe la cintura con una faja fabricada con un largo cordón trenzado azul con muletillas y bellotas doradas.



    Para abrigo lleva una pelliza azul con cuello y puños de astracán negro viveados en dorado, y al frente 17 órdenes de cordones dorados para embotar el filo de los sables enemigos. Esta prenda puede vestirse metiendo los brazos por las mangas y abrochándola al colocarse terciada sobre el hombro izquierdo.


    Los calzones son de color azul celeste con dos listas doradas a cada lado que tienen un ancho total de seis centímetros; el húsar calza botas altas enterizas rematadas al frente con una borla dorada que se completan con un par de espuelas de acero bruñido.  De la parte izquierda de la cintura y de un ceñidor, que no se ve por ir debajo del doman, cuelga una cartera portapliegos con una chapa con el anagrama "HDP". Calza las manos con guantes blancos; el sable cuelga del costado izquierdo, en su empuñadura se encuentra el fiador, que está sujeto a la muñeca derecha y que es de gran utilidad ya que sirve para que no pierda el sable si tuviera que soltarlo de la mano.

  • Armamento

    Al tratarse de un comandante y, a su vez, de un oficial, su arma personal es un sable; también podía llevar un revólver o una pistola sobre el arzón de la silla de montar. Los sables son armas que tienen una larga vida útil ya que no se desgastan por el uso y siempre aceptan sucesivos afilados. Esta figura está armada con el sable para oficial de caballería modelo 1878 que se adoptó por una Real Orden de 13 de marzo del año citado y que sigue la pauta del sable prusiano de 1860. La tropa disponía del sable único para todas las tropas montadas que se aprobó en 1895.


    La hoja del sable es ligeramente curva con filo corrido en el exterior y lomo redondo en el interior hasta el último tercio. La empuñadura es de cazoleta cerrada y asimétrica que se prolonga con el guardamanos en cuyo extremo superior existe un ojal alargado para enhebrar el fiador. Sus bordes están adornados con una cenefa de flores de lis, llevando en la parte anterior el escudo de España.


    El puño es de anagrama madera, cubierto de lija y alambrado y la monterilla es corrida con orejetas y pasador. La vaina es de hierro,

    inicialmente tenía dos abrazaderas con una anilla cada una pero en 1888 se le suprimió la abrazadera inferior y se le agregó otra anilla a la superior. Estos sables pesaban 789 gramos y tenían una longitud total de 980 milímetros: 840 milímetros de hoja y 140 milímetros de empuñadura.

Reinado de Alfonso XIII (1902-1931)

(Soldado Indigena, 1907)

  • Uniforme

    En 1907, el uniforme de la tropa estaba formado por un chaquetón azul con cuello rojo, que procedía de los almacenes de la Infantería de Marina; las solapas, con dos hileras de siete botones cada una, se abrochaban una sobre la otra sin hombreras, pero con un botón pequeño en cada bocamanga.

    Hay que hacer una consideración por lo que respecta a los emblemas y los botones.


    Dado que el mando era de la Guardia Civil y coincidían las iniciales de ésta con las de la Guardia Colonial, todas aquellas piezas de uniforme que las llevasen, como los botones, las chapas de cinturón y las escarapelas de las gorras de plato, pasaron a ser intercambiables.


    Los pantalones eran blancos, las piernas iban ceñidas con vendas blancas o azules, los borceguíes eran negros o iban descalzos, y a la cabeza llevaban un fez rojo cuya procedencia hay que situarla en el Protectorado Español de Marruecos. El correaje era el amarillo propio de la Guardia Civil, con chapa plateada con el escudo de España y las letras G y C, una a cada lado.

  • Armamento

    A pesar de encontrarnos ya en el siglo xx, la Guardia Civil todavía empleaba el fusil Remington modelo 1871 de retrocarga sucesiva que fue declarado caducado en 1909, pero hasta 1915 todavía se siguieron entregando piezas de este modelo.

    Hay que señalar una interesante peculiaridad: la alargada cartuchera ventral, que contiene un cargador rápido, sistema Díaz de la Quintana, con capacidad para veinte en cartuchos , estaba compuesto por una caja de palastro de análogas forma y dimensiones que las de un cartón de  empaque de cartuchos, y por medio de un cerrojo de alambre se sujetaba pronta y sencillamente a la platina del arma.

    Los cartuchos quedaban a la vista, dejando al exterior el culote; los dedos pulgar e indice tomaban un cartucho de la parte derecha o izquierda, indistintamente, y lo introducían en la recámara con facilidad y prontitud.


    De esta manera se conseguía un aumento en la rapidez del fuego sobre el sistema sólo manual.


    A cada soldado se le entregaba un cargador con capacidad para veinte cartuchos, que se rellenaba antes de salir al campo.

    El fusil tenía un sistema de cierre por rotación retrógrada de dos bloques que giraban al rededor de dos ejes transversales que se apoyaban en las platinas del cajón de los mecanismos. Para abrir la recámara era preciso abrir sucesivamente los dos bloques, introducir el cartucho, aunque entonces bastaba con cerrar solamente el primero. El calibre era de 11 milímetros, longitud total de 1.278 milímetros y la del cañón de 892 milímetros; el peso era de 4.200 gramos. Con esta arma se usaron varios tipos de bayoneta de cubo con hoja de sección triangular.


    A partir de 1912 el armamento pasó a ser el Mauser modelo 1893 de repetición, con cierre por cerrojo y con capacidad para cinco cartuchos en el depósito y uno más en la recámara.

    Esta arma, de gran calidad, dureza y sencillez de manejo estuvo en servicio cerca de sesenta años.


Reinado de Alfonso XIII (1902-1931)

(Regimiento de Húsares de la Princesa, 1908)

  • Uniforme

    Este regimiento vistió inicialmente, y a lo largo de casi toda su historia, de azul celeste con pelliza blanca: el color básico no fue elegido al azar, sino que lo fio la reina María Cristina, ya que era el preferido para sus propios vestidos y se conocía como «azul cristina», Durante la primera guerra carlista sus primeros uniformes se habían deteriorado tanto, que para vestirlos hubieron de sacarse de los almacenes casaquillas encarnadas de procedencia inglesa, que se conservaban desde la guerra de la Independencia. Al final de la primera guerra carlista volvió a vestirse de celeste, aunque sin trencillaje, y ya con la paz, en 1840, tuvo ropas mejores que añadieron trencillas amarillas en el pecho, lazos húngaros en las mangas y los pantalones, y pieles negras en la pelliza.


    Con la reestructuración de 1855 apareció vestido también de celeste, pero se cubría con colbac de piel negra, aunque pronto recuperó su chacó de paño blanco; en el frente tenía una chapa dorada con la forma de la Cruz de San Fernando, en cuyos brazos estaban escritos los nombres de las acciones más importantes en las que habla intervenido


    Ya con Alfonso XII siguió con chacó blanco y la misma chapa; dolmán de paño azul celeste con cuello y vueltas del mismo color, tres hileras de quince botones dorados con las letras MYL entrelazadas bajo corona de princesa y otras tantas series de cordones del mismo color. En la cintura llevaba una faja de cordón de estambre grana y muletillas amarillas, y los pantalones eran de paño azul celeste con medias botas y dos tiras amarillas en los costados. La pelliza blanca tenía apliques de piel negra.


    Los trompetas de caballería, para distinguirse del resto de la tropa sin perder su identidad regimental, vestían con los mismos colores pero trocados, esto es, la chaquetilla blanca y la pelliza azul, pero sin cambios en los pantalones. Los jefes y oficiales, además de sus divisas, se distinguían por llevar en dorado lo que en la tropa era amarillo.


    El soldado de la figura es un batidor, que se cubría con una prenda de cabeza especial en lugar del chacó; se trata del colbac de piel negra con una manga blanca viveada de amarillo. En él se distingue la «galle ta» azul y blanca con las iniciales coronadas de princesa

    -MYL- y que se remata con un gran plumero blanco; la escarapela nacional; el escudo del regimiento -consistente en una cruz de San Fernando-. Una cadenilla lo sujeta por debajo del mentón, y en la parte posterior tiene un cordón amarillo, llamado "forrajera".


    Por encima del hombro izquierdo lleva una bandolera de cuero negro con el anagrama regimental ovalada al frente, una cartuchera a la espalda y un mosquetón para enganchar la carabina. De la parte izquierda de la cintura

    de un ceñidor -que no se ve por ir debajo del dolmán- cuelga una cartera portapliegos con una chapa con el anagrama MYL. Calza las manos con guantes blancos; el sable se une a su muñeca derecha con un fiador azul celeste y amarillo, y del costado izquierdo cuelga la funda del sable.

  • Armamento

    Las armas propias de los húsares son el sable y la carabina.

    Ambas se usaban juntas siempre a caballo y en algunas ocasiones, como en las guardias, pie a tierra. En solemnes ocasiones pie a tierra sólo el sable, como es el caso de esta figura.


    Los sables son armas que tienen una larga vida útil, ya que no se desgastan por el uso y siempre aceptan sucesivos afilados. No obstante, esta figura está armada con la espadasable Puerto Seguro que se adoptó para caballería en 1907.

    La hoja es recta con bigotera, lomo cuadrado y filo al exterior. La cazoleta es cerrada de acero, con cachas de madera acuadrilladas con dos pasadores. La vaina es de acero. La longitud total era de 1.050 mm, la de hoja 900 mm y la de la empuñadura 150 mm,; la anchura de la hoja era 27 mm y el peso total de 1.100 g.

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(Infantería de Línea, 1909)

  • Uniforme

    El soldado de infantería de línea de la ilustración viste uniforme de gala. Lleva un ros de color aplomado, con chapa dorada y escarapela con los calores nacionales. El plumero es de color grancé y se une al ros por medio de un bombillo dorado.


    La guerrera es azul turquí con una hilera de siete botones. En el cuello, recto y grancé, se coloca el número o el emblema especial de los regimientos que lo tienen concedido. Las bocamangas miden 9 centímetros y llevan un pequeño botón en la parte trasera. En el pecho hay dos bolsillos con tapa que se abrochan con otro pequeño botón. Las dos carteras verticales de la espalda llevan tres botones cada una. En la cintura hay enganches con forma de botón que sirven para sujetar el correaje. Las hombreras, también azules, se completan con almohadillas grancé y vivos del mismo color.


    Los pantalones grancé llevan dos franjas azules en cada pernera. Los borceguíes son de cuero. El correaje consiste en dos tirantes y un ceñidor con chapa dorada en la que va estampado el número o emblema regimental. Las

    cartucheras, dos delante y una detrás, fueron negras hasta 1911, año en el que se cambió su color por el marrón avellana.


    Los botones de la guerrera, unificados desde 1869, son convexos, lisos y en el centro llevan el escudo de España reducido a las armas de Castilla y León, una corona y el letrero «INFANTERÍA». Más tarde se añadieron las columnas de Hércules en los costados y el letrero se inscribió en una cinta ondulada. Así siguieron hasta 1931, cuando se adoptó el emblema del Arma: una espada cruzada sobre un fusil y entrelazada con una cornetilla.

  • Armamento

    El fusil es el Mauser español modelo 1893, con un calibre todos los soldad de 7 milímetros.Cuando se decidió adoptar este tipo de arma para el ejército, se adquirieron en Alemania unos 70.000 fusiles, 10.000 en Argentina y alrededor de 4.000 en México. Posteriormente comenzaron a fabricarse en España. En 1896 ya estaba en plena producción la Fábrica de Armas de Oviedo, que continuó con la fabricación del principal sucesor de este modelo, el mosquetón modelo 1916. En 1943 se modificó el calibre básico de las armas individuales, que pasó a ser de 7,92 milímetros, ya que se estimaba que reunía mejores condiciones balísticas. En la actualidad se ha reducido hasta los 5,56 mili-metros.


    El armamento del soldado se completa con el cuchiIlo-bayoneta modelo 1893. En 1913 apareció un nuevo modelo que llevaba la cifra de ese año, tenía una hoja más larga y estrecha, bigotera más extensa, vaceos de media caña y lomo redondo.


    El armamento de la infantería pronto adquirió mayor potencia y continuidad de fuego con la adopción de las ametralladoras y la incorporación de morteros de variados calibres. También resultó muy importante que se incluyesen entre sus armas los carros de combate, ya que ampliaron su potencia de fuego y su capacidad de movimiento y asalto.


    Los carros de combate, armados con cañones y ametralladoras y protegidos por una coraza, eran capaces de moverse rápidamente por todo tipo de terrenos gracias a su tren de rodaje. En 1958 apareció el fusil de asalto CETME (Centro de Estudios Técnicos de Materiales Especiales) que llevó el fuego automático a todos los soldados de los cuerpos de infantería.

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(Soldado del Regimiento de Caballería Dragones de Santiago Nº 9)

  • Uniforme

    El 24 de agosto de 1909, una real orden circular firmada por Alfonso XIII establecía un nuevo reglamento para todas las unidades del arma de Caballería. Los uniformes se clasificaban, como de costumbre, atendiendo a la ocasión en que iban a ser vestidos: días de gala, media gala y diario. A continuación se presenta la composición de las tres modalidades.


    Oficiales de gala: casco con llorón blanco, guerrera de gala de color azul celeste con

    vivos, cuello y bocamangas de color amarillo, calzón con doble franja amarilla en la costura lateral, botas de montar charol negro, espuelas, bandolera, ceñidor y tirante del sable de charol blanco, guantes de ante blanco y sable con su cordón fiador.


    Oficiales de media gala; llevaban el mismo uniforme, pero sin llorón ni ceñidor.


    Oficiales de diario: casco, guerrera de diario, calzón, botas o medias botas de charol con espuelas. Bandolera y tirante de sable negros, guantes color avellana de piel de perro (esta precisión del reglamento causó no pocos comentarios jocosos en la época).


    Tropa de gala: casco con llorón blanco de crin, guerrera de gala igual a la de oficiales, pantalón de paño con falsa bota, espuelas, ceñidor y tirante del sable de charol blanco, sable con cordón de pelo de cabra, guantes de algodón blanco.


    Tropa de media gala: el mismo uniforme, pero sin llorón en el casco ni ceñidor.


    Tropa de diario: casco, guerrera de diario, pantalón de paño con falsa bota de cuero, espuelas, sable con cordón y tirante de cuero color avellana, guantes grises en invierno.



    Las prendas que debían vestirse en campaña definitivamente establecidas en 1910. Eran las de algodón blanco con rayas azules muy separadas, es decir, el "rayadillo", que venía dando un buen resultado en la campaña de Marruecos. Como prenda de cabeza para campaña y maniobras se utilizó el casco o el antiguo chacó alto con funda blanca o negra, hasta que en 1910 se estableció una gorra de plato azul.

    Tenía imperial amarillo y visera de charol negro, y se llevaba con funda blanca sobre el plato en verano. Como prenda de abrigo se usaba una pelliza azul ribeteada de astracán negro, tanto en guarnición como en campaña. Los gorros de cuartel eran cilíndricos con dos vivos amarillos.


    En el cuello, en la chapa del ceñidor de gala y en el frente del casco y de las gorras se llevaba el emblema de Santiago.


    En 1914 el uniforme de campaña pasó a ser enteramente caqui, y la gorra se cubrió con una funda del mismo color. Ese mismo año se aprobó un modelo de montura denominado "escuela de equitación militar" que llevaba diversos accesorios, como funda para mosquetón y capote, bolsas de cuero de color avellana, etc. Los correajes de campaña eran de cuero de color avellana y se componían de dos bandoleras. De una, cruzada sobre el hombro izquierdo, pendía una cartuchera negra y el gancho de sujeción de la carabina. De otra, con una chapa ovalada con el número del regimiento, colgaba una bolsa de cuero para transportar las raciones de campaña.

  • Armamento

    El armamento de los dragones era el sable de caballería modelo 1895, de 821 milímetros de longitud. En 1907 comenzó a usarse la espada-sable modelo Puerto Seguro, con una longitud de 900 mili. metros, que se declaró reglamentaria en 1918. Las armas de fuego eran la carabina Mauser modelo 1895, provista de una anilla para su enganche en la bandolera. A partir de 1916, comenzó a ser sustituida por el mosquetón Mauser modelo 1895, provista de una anilla para su enganche en la bandolera. A partir de 1916, comenzó a ser sustituida por el mosquetón Mauser, que se llevaba colgado a la espalda mediante su correa.


Reinado de Alfonso XIII (1902-1931)

(Guardia Civil, uniforme de gran gala, 1911)

  • Uniforme

    El mismo duque de Ahumada. fundador del cuerpo, al tratar del uniforme que habría de vestirse, depuso que fuese «vistoso y elegante, dando con ello representación al individuo»

    El guardia cil de la ilustración se cubre con el sombrero de tres picos de fieltro negro, más conocido como «tricornio», que viene usando el cuerpo desde 1859. Esta prenda está guarnecida de galón de algodón blanco y lleva una presilla sobre la escarapela con los colores nacionales.


    La casaca es de color azul fina oscuro y con un peto sobrepuesto del mismo paño.

    Una de las caras de era grana, y se llevaba cuatro días al año: Jueves Santo, Corpus Christi y los de los santos del rey y del príncipe de Asturias. La otra cara era azul turquí para el común de las fechas en que se vistiese la casaca. Se abrochaba con siete botones a cada lado, dejando entre el primero y el segundo un espacio mayor, como si fuesen sendas carteras o bolsillos. El cuello, las vueltas de las mangas, las barras de los faldones -sobre las que se bordaban con hilo blanco castillos y leones- y el forro eran de color grana. Los botones, de cascarilla de plata, llevaron de 1859 a 1931 el escudo de España ovalado de seis cuarteles bajo la corona real. A un lado del escudo se situaba la letra G y al otro se hallaba la C.


    sCompletaban la casaca los emblemas situados en el cuello, consistentes en las iniciales GC de plata, entrelazadas y bajo la corona real, que se establecieron en 1908. Las hombreras eran de cordón de hilo de algodón, al que se daban dos vueltas cuando había que ponerse el correaje y tres cuando se iba sin él.


    Además de las divisas de los empleos, en la parte superior del brazo derecho se llevaban unos galones de premio que señalaban los años de impecable servicio del que los ostentaba.


    El pantalón que se utilizaba era ceñido y de punto blanco. Las polainas de gala estaban hechas con paño azul turquí y llevaban una docena de botones pequeños del cuerpo en el costado exterior y cuatro más de hueso negro en las trabillas. Completaba el uniforme el correaje amarillo, los borceguíes negros lisos con pala de una pieza y los guantes blancos.

  • Armamento

    El arma es el fusil Mauser español de repetición, modelo 1893, que se adoptó después de un largo periodo de ensayos y pruebas. Su resultado fue muy satisfactorio, ya que su calidad, resistencia y sencillo funcionamiento le permitieron estar en servicio durante más de setenta años.


    Con este fusil se combatió en Cuba y Filipinas, en la guerra de África y en la guerra civil.


    Como es lógico, durante tan largo tiempo de servicio sufrió algunas modificaciones y adaptaciones menores. También utilizó distintos tipos de munición, al menos cinco diferentes.


    La correa portafusil también es de ante amarillo, ya que, como se ha indicado, se trata del uniforme de gran gala.


    El cuchillo-bayoneta para este fusil, también modelo 1893, tuvo dos variantes que dependían del lugar donde se había fabricado, España o Alemania. La hoja era recta y de acero fundido y estampado.


    Tenia filo corrido en el exterior y lomo cuadrado en el interior, con un vaceo por cada lado que llegaba casi hasta la punta. La cruz llevaba ojo, pomo y un botón con muelle para calar el arma en el fusil. Las cachas eran de madera con pasadores remachados.

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(Mecánico conductor de artillería,1911 )

  • Uniforme

    La Cartilla de Uniformidad para el personal de Automovilismo Pesado de Artillería contemplaba varios uniformes de acuerdo con las condiciones climatológicas y el servicio que se había de prestar. Hay que tener en cuenta que las cabinas de los vehículos eran abiertas y no tenían nada más que un parabrisas, por lo que los conductores se veían expuestos a todas las inclemencias meteorológicas.


    En 1911, año en el que se sitúa el soldado de la ilustración, se publicó un extenso reglamento en el que figuraba un uniforme para verano de tela rayadillo. La guerrera tenía cuello alto y hombreras de color rojo, bocamangas en pico rodeadas de una tira de paño igualmente rojo y en la manga izquierda, el distintivo de automovilismo.


    iEl calzón llevaba una tira roja de 5 centímetros de ancho y los botines, botones de pasta negra. Para servicio se llevaban guantes y ceñidor de cuero blanco, este último con tirante en el caso de portar la pistolera para el arma reglamentaria. La hebilla del ceñidor era de metal dorado y tenía el emblema de artillería.

    Completaban el uniforme las bombas -emblema del arma que iba en el frente de la gorra y en los picos del cuello-, el emblema de los Automovilistas de Artillería, compuesto por una chapa circular situada en el cinturón de la gorra, y el de la categoría técnica -una chapa con un camión y dos ángulos dorados- que, a partir de 1911, se llevó sobre la manga izquierda.


    El uniforme de trabajo, servicios de guarnición, maniobras y campaña, en tiempo de verano y tanto para mecánicos, conductores como alumnos, estaba formado por una gorra de plato de hule negro con el emblema del arma, un cinturón grana con el emblema de automovilismo y una visera y barboquejo de charol negro.


    La blusa era de guingón con cuello vuelto, en el que iba el emblema del arma; hombreras de paño grana sujetas por una presilla y un botón; mangas anchas terminadas en un puño cerrado con un botón pequeño; pechera con tres botones, jareta en la cintura; dos bolsillos interiores a la altura del pecho con carteras y botones al exterior. El pantalón era recto y con bolsillos verticales.


    El uniforme de invierno para servicios de plaza y guarnición, y cuando se conducían automóviles rápidos, era de paño azul. Constaba de guerrera, calzón, polainas y cinturón, como en el caso anterior, guantes de conducir de color avellana y chaquetón de abrigo de paño azul con cuello vuelto con vivo rojo al borde, mucho

    vuelo, abrochado con dos hileras de botones metálicos, un bolsillo a cada lado a la altura de las caderas y bocamangas grana en forma de pico; llegaba hasta 15 centímetros por encima de las rodillas y estaba forrado de lana.

  • Armamento

    Como norma general, los conductores disponían de una pistola Bergmann, modelo 1908, automática de cañón móvil, que admitía la introducción del cargador por la parte inferior del depósito o la recarga de munición por su parte superior; ánima rayada y un seguro en el costado derecho. La longitud total del arma era de 250 milímetros, el calibre de 9 milímetros y la capacidad del cargador para seis disparos.


    Este armamento se llevaba en una funda de color blanco que se disponía, con la culata al frente, en el costado izquierdo del correaje.

Reinado de Alfonso XIII (1902-1931)

(Oficial de la Milicia Voluntaria de Ceuta, 1914)

  • Uniforme

    Con el uniforme de diario se llevaba un gorro a la tunecina de color grancé con una borla de seda azul turquí. Al principio se pensó que este gorro se completara con el emblema de infantería , pero finalmente se decidió que en su lugar se levara una chapa dorada con  corona real, escudo de España, dos fusiles armadas y una media luna com el anillo salomónico y la leyenda "Moros traidores" 


    Con este uniforme no se usaban hombreras. La chaqueta, de estilo zuavo, era de paño azul turquí, pero con el cuello y las bocamangas verdes. Un sutás también verde recorría los bordes y las costuras, y dibujaba dos bolsillos inclinados en los costados. Sobre las bocamangas se llevaban las tres sardinetas doradas características de los cazadores. Esta prenda no tenía más botones que los del remate de las bocamangas, por lo que siempre se llevaba abierta. En ambas partes del cuello había una insignia consistente en una cornetilla dorada, dentro de la cual aparecían enlazadas las letras "MC", iniciales de la Milicia de Ceuta.

    Debajo de la chaqueta se llevaba un chaleco azul turquí con una hilera de 22 botones colocados entre dos grecas de sutás verde.


    El pantalón, del mismo color que la chaqueta y el chaleco, llevaba en cada costado una amplia lazada de sutás verde. Por encima del pantalón y del chaleco se ceñía una faja de satén o seda azul celeste, ancha y de largo suficiente como para dar tres vueltas a la cintura.


    El uniforme de diario se completaba con borceguíes y polainas de color negro, guantes avellana y un fiador para el sable de pelo de cabra, también negro.


    Con el uniforme de gala los oficiales usaban guantes blancos, gola en el cuello y en el sable un fiador dorado con perilla de hilos verdes y dora-dos. La chaqueta, el chaleco y el pantalón eran como los de diario, pero todos los adornos de sutás verde eran en este caso dorados. Además, la borla azul celeste del gorro se sustituía por otra también dorada.


    Fuera de formación, los oficiales llevaban con este uniforme unas dragonas con el anagrama coronado "AXIII, mientras que mandando tropa usaban hombreras. Estas últimas consistían en una pala verde sobre la que se extendía un trenzado de doble cordón cordón de oro. En el cuello, la gola con las mismas letras. Guantes blancos y fiador dorado con la perilla de hilos verdes y dorados mezclados.

  • Armamento

    Los oficiales utilizaban un revólver para campaña y un sable para representación. El revólver no estaba reglamentado, por lo que se podía adquirir el que se prefiriera. Se guardaba en una funda de cuero y se completaba con un fiador de pelo de cabra, que por un extremo se colgaba del cuello y por el otro se sujetaba a la empuñadura del revolver.


    El arma blanca era la espada-sable Puerto-Seguro para oficial de infantería, modelo 1909. Tenía la hoja recta, con filo corrido en el exterior, lomo cuadrado en el interior, grandes vaceos en ambas caras y un canal en el último tercio del lomo. La empuñadura consistía en una cazoleta de acero, asimétrica, cerrada y reforzada en la periferia por un reborde. El puño, ondulado en el interior y ligeramente curvo en la parte del lomo, tenía cachas cuadriIladas de pasta negra. La vaina, metálica y niquelada, llevaba abrazadera de una anilla y una sola presilla, monterílla corta y pomo.

Reinado de Alfonso XIII (1902-1931)

(Cabo del servicio de aerostación, 1913)

  • Uniforme

    El uniforme del soldado de la ilustración es una combinación no totalmente reglamentaria de otros dos uniformes y de una variante para Marruecos: la guerrera de paño azul turquí que se reglamentó en 1909 para la tropa de la mayor parte de las armas y cuerpos, los cuales se distinguían por el color de los cuellos y los emblemas que iban sobre ellos. Los pantalones y las polainas son de rayadillo y corresponden al uniforme de verano de 1901. En ingenieros, el cuello de la guerrera era grana y el emblema consistía en un castillo de plata.


    La forma de la guerrera era ligeramente entallada y su longitud alcanzaba hasta 2 centímetros por debajo de la cruz del pantalón. Tenía una hilera de siete botones plateados grandes y decorados con un castillo entre ramos de laurel y bajo la corona real. Estos botones estaban repartidos de tal forma que el más bajo quedaba sobre la cintura. A la altura del tercer botón había un bolsillo en cada costado con cartera y botón pequeño.


    Las hombreras, del mismo paño azul, medían 5 centímetros de ancho y también se abrochaban con un botón pequeño. Las divisas de empleo iban sobre las mangas. Las bocamangas eran rectas y tenían 10 centímetros de altura y un botón pequeño. En la parte posterior había dos carteras verticales sobrepuestas con tres botones grandes cada una.


    En cuanto a la prenda de cabeza, se trataba de uno de los varios modelos de salacot que se usaron en las operaciones en Marruecos; los hubo de modelo inglés, más altos, y del modelo francés, de ala más ancha que se prologaba sobre el cogote. El correaje era de cuero blanco y llevaba una chapa plateada con el castillo de Ingenieros sobre dos alabardas cruzadas. El equipo se completaba con dos cartucheras para munición y el tahali del machete.

  • Armamento

    El arma básica fue la carabina Mauser para plazas montadas, modelo 1895, semejante al fusil Mauser en cuanto al diseño, pero de menores dimensiones. Su cañón resultaba bastante más corto. El cajón de los mecanismos y el cerrojo eran intercambiables, si bien el mango de este último era curvo en lugar de recto. La capacidad del cargador era de cinco cartuchos.  No disponía de bayoneta ni de baqueta, aunque contaba con una anilla de sujeción en la caja para que se pudiese enganchar en ella el mosquetón de la bandolera.


    Debido a la necesidad de que la Compañía de Aerostación dispusiese de un arma de puño con punta y filo, en 1898 se la dotó con un cuchillo bayoneta parecido al modelo 1893, pero con la hoja más ancha y alfanjada y con un filo curvo en su primera mitad y unos vaceos cortos. Sólo se fabricaron 40 ejemplares de este modelo, ya que tenía el grave inconveniente de que al armarlo en la carabina su afilada punta se convertía en una amenaza para el soldado durante los movimientos de orden cerrado. Ésta es la razón de que finalmente se usara como arma blanca el machete modelo 1881, aunque no tenia posibilidad de armarse en la carabina.

Reinado de Alfonso XIII (1902-1931)

(Oficial del Servicio de Aeronáutica, 1913)

  • Uniforme

    La ilustración del oficial piloto de estas páginas representa a un teniente del Cuerpo de Ingenieros, del cual procedía la mayor parte del personal del Servicio de Aeronáutica Militar, aunque también los había de otros Cuerpos y Armas (Infantería, Artillería, Caballería, Estado Mayor, etc.). El establecimiento de uniforme para el servicio de  aeronáutica en este año de 1913 remite al que se usaba para las guarniciones de África según la descripción de 1906 y que era así: guerrera de tela caqui con amplio cuello vuelto con el emblema o el número del regimiento en los extremos; hombreras formadas por una tira de la misma tela, abrochada por el botón reglamentario que le correspondiese según su arma o cuerpo; estaba cerrada por una hilera de 5 botones de asta o pasta solapados bajo la tela; llevaba dos aberturas en los costados y cuatro bolsillos con carteras, dos en el pecho y dos en los faldones delanteros. La bocamanga estaba guarnecida por un cordón de seda de 2 milímetros de grueso y del color de los vivos del que correspondiesen. Por encima de dicho cordón los oficiales llevaban las divisas de su empleo mientras que los jefes las lucían bajo este.


    El cuello de la camisa se cerraba con una corbata o un pañuelo blanco. El pantalón recto de la misma tela, sin franja ni vivo, se llevaba con polainas de tela; también se llevaban calzones de montar con polainas de cuero.


    La gorra de plato no tenía aro interior para que fuera menos resistente al aire. La visera y el barboquejo eran de cuero de color avellana, con dos botones metálicos para abrocharlo; en la nesga anterior llevaba la corona real. El cinturón de la gorra era del color del vivo del arma o cuerpo y en su frente llevaba el emblema correspondiente en oro o plata.


    Para vuelo, en verano y sobrepuestos a este uniforme a fin de resguardarlo de manchas de aceite y grasas, llevaban chaqueta y pantalón azules; en invierno un chaquetón de cuero y un pantalón azul. Estos pantalones azules se usaron muy poco.

  • Primer Avion

    El armamento necesario en un Servicio de Aeronáutica es el avión. En el 2004 se celebró el centenario del primer vuelo de los hermanos Wright; al año siguiente, en 1905, volaron 39 kilómetros. En Europa, en 1907, Voisin "dio un salto" de 60 metros, y en 1908 Henry Farman logró volar un kilómetro en circuito cerrado.


    Los modelos de Farman progresaron y batieron marcas de distancia, altura y tiempo de vuelo; en el verano de 1910 apareció el Modelo 1910 para uso militar. El ejército español, dado el mal comportamiento del dirigible España y la necesidad de dominar una nueva dimensión -el aire-, decidió comprar dos Henry Farman y un Maurice Farman, que realizaron el primer vuelo en 1911 y siguieron en servicio hasta 1914.


    Básicamente este modelo era un biplano con hélice impulsora y con timón de altura anterior. El piloto ocupaba un sillín sobre el borde de ataque del ala inferior y otro pasajero podía acomodarse detrás. Estaba fabricado con madera y telas con arriostramientos de cuerdas de piano. El motor era un Gnôme rotativo de siete cilindros con una potencia de 50 caballos; la envergadura del ala superior era de 16,5 metros, el peso de 600 kilogramos y la velocidad 12 km/h. Las siglas de la aeronave eran "bHF 1" -biplano Henry Farman n° 1- y su precio 23.000 pesetas de la época.

Reinado de Alfonso XIII (1902-1931)

(Sargento de infantería de línea, 1914)

  • Uniforme

    Desde principios del siglo XXII, el ejército español sintió la necesidad de disponer de un uniforme apropiado a las condiciones que imponían el moderno armamento y las campañas africanas. Los británicos utilizaban en sus colonias desde 1885 uniformes ligeros tenidos del por entonces extraño color originario de las guarniciones de la India, que denominaban "kha-"an hindh) ("polvo" en hindú).


    Las unidades francesas también habían comenzado a usar colores similares para sus tropas coloniales en 1901. En España, una real orden de septiembre de 1909 había autorizado a las tropas de guarnición en Ceuta a utilizar provisionalmente uniformes de color caqui. Estos fueron adquiridos a una casa de Manchester al no existir este tejido en la Península. El colorido era amarillo tostado, muy similar al empleado por el ejército británico. En 1912, la orden de extendió a Melilla.


    Las pruebas continuarían durante 1912 y 1913, mientras que se autorizaba a todas las regiones militares a vestir a las tropas enviadas como refuerzo a Marruecos con uniformes de este color, ya entonces fabricados en industrias de Cataluña. Pero se topó con la escasez de géneros y las huelgas de las industrias catalanas.


    Por fin, una vez terminadas las pruebas, se promulgó la Real Orden Circular de 27 de mayo de 1914, ampliada el 20 de junio, que designaba un nuevo modelo de uniforme color caqui verdoso para todo el ejército. Coincidió en el tiempo con el inicio de la Primera Guerra Mundial, y se adelantó a algunos países como Francia, cuyos soldados entraron en combate con uniformes azul cielo. La Gran Guerra y las consecuentes adquisiciones masivas de los contendientes impidieron que pudiera disponerse de género para uniformar a todo el ejército español.


    Este uniforme se compañía, para la tropa, de una guerrera y un pantalón de la misma hechura que los de lona. El rayadillo era el de rayas grisáceas y separadas que se vestía desde principios de siglo, con emblemas y botones de metal, que se sustituyeron en campaña por otros de pasta de color caqui.


    Tenía sólo la tapa de dos bolsillos en el pecho. El ros tenía funda negra en invierno y caqui en verano. Las polainas, también de color caqui tenían la misma forma que las de lona y eran más largas para los cuerpos montados. El calzado era el mismo reglamentario: alpargatas para campaña y zapatos para guarnición.


    Como prenda de cabeza para campaña en Marruecos, una vez desgastados los primeros salacots comprados en Gibraltar, se adquirió una importante partida de salacots la casa Bartollini de Marsella, completada con posteriores adquisiciones de modelos similares. Como prenda de invierno se continuaron utilizando las guerreras y los capotes azules reglamentarios, dando lugar a combinaciones de colores poco ortodoxas.


    Los botones de la infantería eran, desde 1908, dorados y convexos; llevaban el escudo nacional con los cuarteles de Castilla, León y Granada únicamente, más el escusón central con las flores de lis, sobre el lema "Infantería."


    En cuanto al correaje, una orden de 20 de agosto de ese mismo año 1914, disponía el cambio del color negro al color avellana. Además, debía estar provisto de tirantes en "Y", y tres cartucheras del mismo tamaño para alojar los peines de munición sistema Carniago del Mauser. En el tahali se llevaba ya el cuchillo-bayoneta modelo 1913. La chapa del ceñidor de infantería llevó la cifra del regimiento hasta 1926, en que se cambió al nuevo emblema.


    También se había aprobado como reglamentaria en julio de 1914 una cantimplora de aluminio, fabricada en Alemania, provista de funda de fieltro caqui.

Reinado de Alfonso XIII (1902-1931)

(Batidor del tabor de caballería del Grupo de Regulares Melilla nº 2, 1923)

  • Uniforme

    La figura de la ilustración viste uniforme para una formación en día de gala. La guerrera tiene el corte clásico, con cuello vuelto y en él el emblema de los Regulares de Caballería, que consiste en una media luna con el número 2 del grupo, dos lanzas cruzadas y la corona real encima, y una hilera de botones de cuero en el centro; en la manga izquierda el emblema de los batido-res, una pala en palo y un pico y una alabarda en aspa, y encima, otra vez, el emblema del grupo. Lleva manoplas de cuero, en cuyas esquinas se repite el emblema de batidor.


    Calza botas con espuelas. La cintura se la ciñe con la faja de color rojo propia del grupo; el correaje está muy trabajado por un guarnicionero. En el costado derecho se aprecia una skara de piel.


    Como prendas de abrigo lleva dos: el sulham, rojo como la faja, que es una capa con capucha de paño grueso, y el alquicel, blanco y con ca-pucha, de tejido ligero; entre las dos prendas queda una capa de aire que alivia el calor del día y evita el frescor nocturno; pueden ponerse de dos maneras, el alquicel por encima que es para el día cuando da el sol y hace calor, o al revés, el sulham encima del alquicel para guardar del frío y del relente de la noche. No obstante, para formaciones de gala se alterna el uso de una u otra manera a fin de lograr el mejor efecto cromático en toda la formación.


    En la cabeza lleva arrollada la rexa, o turbante, que no se ve porque queda cubierta por la capucha del alquicel; entrelazada sobre ella va la jailua, cordón de seda de colores, en este caso rojigualdas, que constituye un adorno de fantasía para gala, pero que tiene su razón práctica en lograr que la capucha no resbale de la cabeza con la marcha del caballo.


    Además, lleva guantes blancos y condecoraciones.

  • Armamento

    Su arma, la lanza modelo 1905, constituye un caso curioso en el desarrollo del armamento; es la más perfecta de cuantas ha tenido nuestro ejército, pero lamentablemente nació tarde. A finales del siglo xix la punta de las lanzas ya había sido superada por el fuego de las carabinas. La que vamos a considerar todavía tuvo su utilización en la guerra, concretamente por el Escuadrón de la Legión, pero el resto de su empleo fue el protocolario, como todavía continúa haciéndolo el Escuadrón de la Guardia Real.


    Es totalmente metálica, su asta es un tubo de acero con ocho canales longitudinales con un contorno cilíndrico, su extremo superior toma forma troncocónica y termina en una punta maciza de sección cuadrada; soldado sobre el cubo lleva un tope anular. En su extremo inferior tiene un regatón troncocónico remachado en el asta. Hay tres botones de latón en la cercanía de la moharra para sujetar la banderola. El portalanza, en la mitad del asta, está constituido por un manguito de lona entre dos anillos de latón; el fiador es de cuero y se sujeta con un tercer anillo situado en el centro del portalanza. Las medidas del arma son: longitud total 3 metros, peso 2.250 gramos y diámetro mayor 30 milímetros. La banderola, con los colores nacionales, mide de 23 centímetros de altura, 33 centímetros de longitud en el centro y 77 en los picos.

Reinado de Alfonso XIII (1902-1931)

(Legionario, 1923)

  • Uniforme

    La Real Orden Circular de 4 de septiembre de 1920 sobre la organización del Tercio de Extranjeros indicaba que el uniforme y equipo del nuevo cuerpo debía ser práctico, cómodo, vistoso y económico, cualidades que, a priori, parecía difícil de compaginar. El objetivo que buscaban los fundadores de la unidad, Millán Astray y Franco, era prioritariamente contar con prendas modernas, resistentes, prácticas y que distinguieran claramente al soldado del Tercio de los del resto de las unidades.

    Así se buscó un color caqui verdoso diferente del caqui oscuro del ejército, si bien el corte de las guerreras y los pantalones tipo breeches era similar. La guerrera se diferenciaba por tener el cuello vuelto y bolsillos en la parte superior e inferior, sin tablilla. Los botones eran de pasta marrón oscuro. Las camisas eran del tipo usado por los deportistas de la época, en color verde claro, tenían amplios cuellos que se llevaban sobre el de la guerrera para protegerlo del roce diario.

    Las camisas y las guerreras levaban el emblema legionario bordado en las hombreras. También se utilizaron unos jerséis finos de color verde oscuro con cuello vuelto y cremallera hasta medio pecho.


    Los pantalones se llevaron al principio con vendas y, posteriormente, se fabricaron con una polaina incorporada que se abotonaba por el exterior. Como calzado se dotó a los legionarios de dos pares de zapatos color avellana, uno para campaña y otro para diario, aunque también se utilizaron desde el principio unas alpargatas cerradas de fuera de formación lona blanca. La prenda de abrigo sería el característico capote-manta que estaba en servicio desde 1916.


    En cuanto a las prendas de cabeza, la orden de 1920 estableció tres: el gorro de madroño (borla), la teresiana para oficiales y un sombrero de paja que debía "ensayarse para el verano". Éste fue pronto sustituido por un sombrero flexible de tela caqui con el diseño del aprobado para los batallones de cazadores en 1920, y que nunca se había utilizado, al derogarse este reglamento poco después. Pronto se popularizó para todo el ejército en Marruecos, con el nombre de

    "chambergo", la denominación de los sombreros de los tercios de Flandes del siglo XVII. En la parte frontal de la copa se llevaba el escudo del Tercio, aprobado en 1923, aunque en uso desde la fundación, y las divisas colocadas horizontalmente en el costado izquierdo. Se utilizaba únicamente en campaña.


    El diseño del gorro o gorrillo legionario, conocido como "chapiri", provenía del que se había empleado como gorro de cuartel isabelino durante gran parte del siglo XIX. El modelo para oficiales llevaba un sutás de hilo oro y rojo con las divisas al frente, mientras que la tropa las llevaba en el costado izquierdo y con sutás rojo. La borla era dorada o roja respectivamente y la tropa llevaba el emblema del tercio al frente. La teresiana se utilizaba en pocas ocasiones, por lo general para diario o en actos fuera de formación.


  • Armamento

    Como equipo de combate, en 1920 se adquirieron correajes modernos de lona fabricados en Gran Bretaña por la casa Mills, idénticos a los empleados por el ejército británico durante la Primera Guerra Mundial. Se componían de un ceñidor, dos trinchas, una mochila, una bolsa de costado, una cantimplora, un tahalí y dos juegos de 5 cartucheras múltiples. Estuvieron en servicio durante las campañas de Marruecos hasta que comenzaron a ser sustituidos por correajes y cartucheras de cuero con ocasión del desembarco de Alhucemas (1925). El armamento fue desde el principio el fusil Mauser con su cuchillo bayoneta.

Reinado de Alfonso XIII (1902-1931)

(Coronel del servicio de aviación, 1926)

  • Uniforme

    Fue un uniforme de color inédito, el amarillo oscuro, y de gran vistosidad. Llevaba charreteras, vivos y cinturón dorados. Se componía de guerrera con solapas y charreteras sobre las que iban el emblema de aviación y las insignias de la categoría en el servicio, las divisas de su empleo en el ejército en las mangas o bocamangas, que irán viveadas en oro. El emblema de aviación, bordado o metálico, se llevaba sobre el bolsillo superior derecho, mientras que en la manga derecha, y en el centro de la hoja superior, 

    se lucía el distintivo de los años  prestados en aviación.  Este distintivo consistía un ángulo de 3 milímetros de anchura bordado en seda de 

    color claro amarillento por cada año de servicio, 

    pero al llegar a los cinco se cambiaban por un ángulo de oro. 

    En el delantero de la guerrera había cuatro botones grandes, dorados, planos, de 20 milímetros de diámetro, que llevarán el emblema de aviación troquelado en el centro, botones pequeños (de 14 milímetros de diámetro en las hombreras) en los bolsillos y uno en cada manga.


    El gorro era de fuelle con una borla y vivos dobles de oro, con un cordoncillo negro entre ambos. Al frente se llevaba el emblema de aviación y debajo de éste las insignias de la categoría en el servicio.


    El pantalón largo tenía sobre las costuras exteriores un vivo de oro de un milímetro de anchura, flanqueado por dos trencillas de seda negra de 8 milímetros de anchura separadas 2 milímetros del vivo de oro central.


    El uniforme se completaba con una camisa blanca, corbata negra, zapatos y calcetines negros y guantes blancos. Con el uniforme de gala se usaba un cinturón con dos tirantes de piel fina negra de 40 milímetros de ancho, guarnecido con dos galones de oro lisos, dos tirantes de la misma piel y una cadena dorada para colgar el machete; hebillaje dorado con el emblema de aviación.


    El machete constaba de una empuñadura dorada, con el emblema de aviación en el

    anverso, y en el reverso, el escudo de España; el puño era blanco de marfil alambrado de oro, la monterilla era en forma de corona real y la vaina metálica dorada con dos flores de lis superpuestas y regatón. El fiador de cordón de hilo de oro trenzado con seda verde, con borla y dos pasadores.



  • Breguet 19

    El Breguet 14 había sido uno de los mejores aviones de su clase entre los que volaron durante la Primera Guerra Mundial. El diseño del nuevo Breguet 19 suponía un radical salto adelante, ya que su motor más potente le permitía suprimir la mitad de la superficie alar de su plano inferior y reducir los montantes a uno por lado. La solución sesquiplana lo hacía más ágil para los giros a los costados.


    En 1923 se convocó un concurso de aviones por parte de nuestra aviación militar. Este aparato causó una magnífica impresión a los mandos competentes y se encargaron treinta unidades a Francia y veintiséis a la recién constituida empresa española CASA. De él se construirían varias versiones, siendo las principales la de re-conocimiento, la de bombardeo y una mixta, recibiéndose los primeros en 1925.


    La primera unidad de aviación militar equipada con los aviones Breguet fue la Escuadrilla de Instrucción a la que perteneció el primer grupo expedicionario a Marruecos (1925) y las siguientes dos escuadrillas, que volaron una a Melilla y otra a Tetuán; desde allí cooperaron en diversas operaciones militares, especialmente en el decisivo desembarco de Alhucemas.

Reinado de Alfonso XIII (1902-1931)

(Oficial piloto , 1926)

  • Uniforme

    Una real Orden de fecha 16 de abril de 1913 creó el emblema del Servicio de Aeronáutica, cuyo diseño, con idea de que nunca pasara de moda, se inspiró en el disco alado de origen egipcio, y que al parecer fue idea de la infanta Beatriz de Orleans. Consistía en un círculo rojo con alas de plata y corona real en oro. Sobre el círculo podían disponerse diversos distintivos, también en dorado, para distinguir las diferentes especialidades: un ancla para los pilotos de globo, un timón para los de dirigible y una hélice para los de aeroplano. En 1920 se añadió el de observador, que era una estrella dorada de cinco puntas inscrita en el círculo rojo.


    El emblema era de metal para la tropa, que lo llevaba en el brazo izquierdo, mientras que los jefes y oficiales lo llevaban bordado en el lado derecho del pecho, a la altura del primer botón de la guerrera.


    El primer curso de pilotos de aeroplanos, en 1911, estuvo constituido exclusivamente por oficiales procedentes del Cuerpo de Ingenieros, pero a partir del segundo curso se permitió el acceso a componentes de todas las armas y

    cuerpos. Esto trajo como consecuencia que existiera una gran variedad de uniformes entre su personal. Las únicas prendas más o menos unificadas eran los chaquetones y cascos de vuelo confeccionados ambos en cuero, sin que hubiera un modelo reglamentario. Entre 1910 y 1912 comenzaron a utilizarse uniformes color caqui o amarillo tostado, primero por la guarnición de Ceuta y luego por la de Melilla, y después por todas las unidades enviadas a combatir a África.


    Una Real Orden Circular de 20 de junio de 1913 ordenó el uso, para el Servicio Aeronáutico, de un uniforme caqui del mismo color utilizado por el "Tabor de Regulares de Alhucemas". Las guerreras tenían el cuello cerrado, cuatro bolsillos sin cartera y una tira longitudinal que ocultaba los botones. Las bocamangas llevaban unos vivos en ángulo, del color del arma. Solía utilizarse con la gorra de plato del modelo aprobado en 1908, confeccionada con la misma tela caqui para el imperial y cilindro en tela roja con el emblema del arma o cuerpo respectivo. La visera era de charol negro.


    Al aprobarse el uniforme caqui para todo el ejército en junio de 1914, el personal del Servicio Aeronáutico comenzó a modificar sus uniformes, que se declararon de uso en toda ocasión y época del año por una R.O.C. de fecha de 13 de noviembre de 1917. El modelo difería ligeramente: el color era verdoso oscuro, el cuello de la guerrera era recto y los botones se llevaban a la vista. La gorra cambiaba su visera y barboquejo para ser de tela caqui.


    Ya en 1920, y a petición del general director del Servicio de Aeronáutica, la Real Orden Circular de 10 de diciembre modificó el anterior uniforme, estableciendo una guerrera abierta en forma de americana con cinco botones de cuero color avellana, y cuatro bolsillos, que se llevaba con corbata y camisa caqui. La gorra pasó a ser enteramente caqui, con el emblema del arma respectivo, bajo corona real, y se solía llevar con el imperial sin el aro que le daba su rigidez. El calzón era de montar, y se llevaba con leggings y borceguíes de cuero color avellana, al igual que el ceñidor y tirante cruzado al estilo británico. Éste se llevaba con pistola y su funda en campaña. Este uniforme se generalizó para todos los oficiales del ejército en 1922.






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