Hasta marzo se puede contemplar uno de los fenómenos más bellos de la naturaleza. Para ello hay que ir hasta el círculo polar ártico y más al norte. En esa franja de la Tierra se pueden suceder hasta 200 noches con auroras boreales al año. El mejor momento del día para observarlas es unas dos horas antes y después de la medianoche, y pueden durar desde treinta segundos a varias horas. Aunque hay que ir con una buena dosis de paciencia, las «luces del norte» son esquivas y caprichosas, por ello deleitarse con una de estos momentos mágicos se convierte en un hito más codiciado si cabe. Un espectáculo que deja sin habla y que hay que ver al menos una vez en la vida.

Entre finales de agosto e inicios de abril, el círculo polar ártico se despliega con uno de los fenómenos naturales más espectaculares del mundo: las auroras boreales. En Noruega, las islas Lofoten y Tromsø son algunos de los destinos más deseados para cazar las luces del norte, mientras que en Finlandia, el hogar de Papá Noel, Rovaniemi o Ivalo, suman un atractivo más a su espectacular paisaje.

Si se viaja a Suecia, hay que acercarse hasta el Parque Nacional de Abisko y Kiruna para disfrutar al máximo de los verdes, azules y violáceos que iluminan el cielo. Islandia se suma a este viaje por el norte de Europa con el Parque Nacional de Thingvellir y Vatnajökull, donde el hielo es el protagonista.

En este destino, el mejor momento del día para observar las luces del norte es alrededor de dos horas antes y dos horas después de la medianoche, y pueden durar desde treinta segundos hasta varias horas.